Médico, científico, investigador y escritor
Por: Graciela Cruz Hernández
El 20 de septiembre de 1919 nació en Guadalajara Jalisco, Amado Ruiz Sánchez, hijo de Amado Ruiz Jiménez y de Esther Sánchez Valencia, fue el sexto de ocho hermanos. Su padre era un hombre muy inteligente, oriundo de Etzatlán Jalisco, murió cuando Amado era muy pequeño; su madre luchó por sacar adelante a sus hijos e inculcó en él y en sus hermanos la importancia del estudio y la lectura. Durante su educación secundaria fue alumno de Enrique Díaz de León quien le daba la clase de literatura.
En 1936 ingresó a la Preparatoria y fue cuando mostró su interés y vocación por las ciencias médicas, para ayudarse económicamente trabajaba como preparador en el laboratorio de Biología de su preparatoria, como estudiante de preparatoria sus clases de anatomía las acostumbraba hacer en el Hospital Civil.
En el año 1938 entró a la Facultad de Ciencias Médicas y Biológicas Escuela de la Universidad de Guadalajara, el reconocido doctor Roberto Mendiola fue su maestro de Patología. Amado Ruiz cursaba apenas el segundo año de medicina cuando escribió el primer tomo de su libro Apuntes de fisiología endócrina. Mostraba ya en ese tomo su gran capacidad, tanto así que en una visita que en ese tiempo hizo a Guadalajara el entonces ministro de Salubridad, Gustavo Baz, quien al tener la oportunidad de conocer ese libro le otorgó un premio a Amado Ruiz para se diera a la tarea de publicar el segundo tomo.
Poseedor de una brillante inteligencia y con un alto promedio como estudiante, Amado Ruiz entró como interno en la sección de psiquiatría en el cuarto año cuando lo normal era hacerlo en el quinto o sexto año.
Cuando en 1944 concluyó su carrera de medicina, algo excepcional fue que sus maestros decidieron que no era necesario que presentara el examen profesional dándolo ya por examinado con la presentación de sus libros de fisiología. Fue el 24 de octubre de 1944 que obtuvo su título de médico cirujano y partero.
Conocedor de los avances sobre medicina en Estados Unidos, Amado Ruiz pudo obtener una beca para estudiar estudios de posgrado en Farmacología e Infectología en la Universidad de Cornell en Nueva York. Ahí el doctor Cecil McDermott quien era profesor de reumatología le aconsejó estudiar en Saranue Lake Trudeau cerca de la frontera con Canadá, ahí se encontraba la Escuela Americana de Tuberculosis, la más importante escuela del este de Estados Unidos donde se podía estudiar esa enfermedad.
Ahí continuó desarrollándose también como escritor escribiendo un libro sobre la estreptomicina, el primer medicamento útil para la tuberculosis. El doctor Amado Ruiz regresó a Guadalajara en 1947.
Fue maestro de varias generaciones de médicos de la Universidad de Guadalajara. En diferentes planteles dio clase de Histología, Anatomía Microscópica e Higiene Social, Química Fisiológica, Higiene del Trabajo y Primeros Auxilios de Accidentados, Biología General, Farmacodinámica, Anatomía Comparada, Patología Especial de la boca y dientes, Farmacología, Enfermedades Tropicales, Clínica Médica, etc.
Un hecho de gran importancia para la historia de la medicina fue que gracias a la relación que el doctor Amado estableció con el doctor McDermott, cuando se descubrió en Estados Unidos un antibiótico nuevo llamado tetraciclina, el equipo de investigación del médico norteamericano, se trasladó al Hospital Civil de Guadalajara, para evaluar dicho medicamento.
Dicha investigación en la que lógicamente Amado Ruiz era parte del equipo, duró seis meses, como resultado al final publicaron uno de los primeros trabajos que se escribieron en el mundo sobre el uso de la aureomicina, nombre comercial de la estreptomicina.
En las investigaciones llevadas a cabo en el Hospital Civil también participó su hermano mayor el doctor Francisco Ruiz Sánchez. Gracias a esas investigaciones entraron la terramicina, la demitrilclocetatricina y los primeros diez antibióticos a México que por su gran eficacia lograron y siguen logrando abatir los altos índices de mortandad que la falta de ellos provocaron; con toda razón y justicia, Amado Ruiz dijo: «entraron a México a través de nosotros».
Amado Ruiz Sánchez se desempeñó como subdirector del Hospital Civil de 1949 a 1952. Fue director de la Asociación Médica de Jalisco de 1950 a 1951 y de 1962 a 1966.
De 1952 a 1955, fue director de la Facultad de Ciencias Químicas del Instituto Tecnológico de la Universidad de Guadalajara.
De 1973 a 1983 se desempeñó como director de la Escuela de Graduados de la misma universidad.
Como escritor fue prolífico, publicó los siguientes libros: Antonio Alcalde. Biografía del fundador del Hospital Civil y de la Universidad de Guadalajara (1942); Fisiología Endócrina. Dos Tomos (1943-1944); La estreptomicina. Su acción en la tuberculosis experimentada (1949); Formulario de terapéutica (1949); Farmacología y terapéutica (1953); Psicofarmacología y agentes psicoterapéuticos (1961). Quimioterapia de la diabetes mellitus. Evaluación clínica de los hipoglucemiantes orales (1964); Clínica de diagnóstico de exámenes médicos periódicos. (1964); El tratamiento de las estafilococias y la quimio resistencia del estafilococo (1966); El tétanos en Jalisco. Su significación médica y social (1968). Síndrome de Cushing. Doctor Leonardo Oliva: Fray Antonio Alcalde. Fraile de la Calavera. Dejó varios libros inéditos que después de su muerte publicó su hija Fabiola Ruiz.
Amado Ruiz desarrolló una intensa labor educativa, en 1981 recibió la presea Fray Antonio Alcalde, por cumplir 40 años ininterrumpidos de labor docente en la Universidad de Guadalajara; entre otras muy merecidas preseas
Perteneció a diferentes sociedades médicas, fue el primer médico jalisciense que ingresó a la Academia Nacional de Medicina (1955).
Este gran hombre, médico científico, escritor e investigador jalisciense que donó su vida y talentos para el crecimiento de la ciencia médica, tras una vida sin descanso, falleció en Guadalajara Jalisco, su ciudad natal el 14 de febrero de 1984.
Al conmemorarse cien años de su nacimiento se develó en un emotivo homenaje, una efigie en su honor en el Antiguo Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde”.
Fuentes:
Amado Ruiz Sánchez. Humanismo en una vocación científica. Guadalajara: EDUG. Universidad de Guadalajara, 1985.