Excelente visión de cómo veían los conquistadores a la población del México prehispánico. La magnificencia de la Gran Tenochtitlán causó verdadero asombro a los recién llegados europeos, aunque lo cierto es que el Imperio Azteca era un gigante con pies de barro, pues los pueblos esclavizados vecinos esperaban alguna oportunidad para rebelarse contra tal opresión. El momento ocurrió justo a la llegada de los españoles, a quienes se aliaron para liberarse del yugo azteca.