Prólogo:
A fin de coadyuvar al estudio y a la difusión del pasado de México en una época en que resulta particularmente importante la cimentación de nuestra conciencia histórica, se preparó esta antología de personajes cuyos restos reposan en el Panteón del Tepeyac.
Estrechamente relacionado con lo anterior, cabe resaltar que el Panteón del Tepeyac constituye por sí mismo un recinto histórico de especial interés, tanto más cuanto que en sus cuidados espacios duermen el sueño final figuras de suyo atrayente que desarrollaron las más disímbolas disciplinas y que de alguna manera se convirtieron en sobresalientes copartícipes del acontecer político, económico, social, científico, literario y artístico de la nación mexicana, sobre todo a partir de la cuarta y quinta décadas de la centuria pasada y de las primeras dos de la presente, que son los años que conforman el tiempo en que se desenvolvió la vida de la mayoría de la población de ese camposanto.
De otra parte, este volumen posee la característica de constituir el primer estudio específico sobre el Panteón del Tepeyac y de las caracterizadas personas que en él descansan, pues a la fecha ese notable lugar sólo ha sido mencionado en el contexto de algunas pocas obras.
De hecho, y aparejado con esa aseveración, resulta menester mencionar que, sin incurrir en hipérbole, el Panteón del Tepeyac –cuya existencia como tal se remonta a ciento treinta y cinco años atrás- resulta virtualmente desconocido en todo y por todo para la mayoría de los habitantes de la ciudad de México.
Así pues, para llenar esa laguna, en las páginas siguientes el lector podrá repasar, así sea sucintamente, los momentos relevantes en la vida de los personajes sepultados ahí –sin perjuicio, claro está, de la mayor trascendencia de algunos sobre los otros-, con acopio de referencias y datos poco o nada difundidos que, a no dudar, los tornará más sugestivos al interesado.
Asomarse entonces a actuaciones y a actividades de individuos como los que el lector verá desfilar, lo acercará seguramente con mayor intensidad a la historia de México y acrecentará su inquietud y su propósito por englobar un todo con riqueza de detalles.
Por lo demás, aventurarse por la ruta apasionante que significa la historia de México implica fortalecer las simientes de nacionalidad y tiende a consolidar nuestra conciencia de patria, premisa imprescindible que debe observar todo pueblo que aspira a remontarse a planos superiores.
Si este libro, finalmente, aviva intereses, fomenta curiosidades y auspicia afanes intelectuales, habrá cumplido su cometido…