Por: Graciela Cruz Hernández
Cenobio Paniagua nació en Tlalpujahua, Michoacán, el 30 de septiembre del año de 1812, ahí estudió violín, bajo la dirección de su tío Eusebio Vázquez, quien dirigía la orquesta de la Catedral de Morelia. Más tarde Paniagua estando en Toluca, estado de México, se interesó por aprender a tocar diversos instrumentos, lo que más tarde le ayudaría enormemente a su trabajo en la composición musical.
Después viajó a la Ciudad de México y fue cuando decidió que no solo compondría piezas de salón sino que también llegaría a componer ópera, quiso tener un maestro pero no lo logró, sin desanimarse estudió por su cuenta utilizando métodos extranjeros para alcanzar su meta y lo logró.
Su gran talento quedó más que demostrado cuando el 29 de septiembre del año de 1859, se estrenó su ópera “Catalina de Guisa” dedicada al general Miguel Miramón, para celebrar su cumpleaños; fue la primer ópera presentada en el México independiente, y la más representada en el siglo XIX, el triunfo de esta su primera ópera de Paniagua, lo llevó a crear la Academia de Armonía y Composición, academia en la que llegaron a estudiar importantes músicos como Melesio Morales, Miguel Planas, Carlos J. Meneses, entre otros, y donde se llegaron a crear grandes óperas como por ejemplo “Cleotilde de Coscenza” de Octaviano Valle, y “Romeo y Julieta e Ildegonda” de Melesio Morales, que se representó en su compañía de ópera que fue la primera empresa operística mexicana. Cenobio también fue maestro de piano y composición del Ruiseñor Mexicano, Ángela Peralta.
En el año de 1863 compuso la obra Pietro d’Abano, la cual festejaba la derrota del ejército francés en Puebla.
Cenobio vivió tres años en el Puerto de Veracruz, e intentó irse a Cuba, sin éxito. Su compañía se disolvió y después se trasladó a Córdoba, Veracruz, en 1868, donde se casó con Petra Sánchez, tuvieron tres hijos, que también llegaron a ser músicos, entre ellos el más destacado llegó a ser Manuel Paniagua, ahí en Córdoba estuvo el resto de su vida y ahí sería también el lugar en el que radicaría su descendencia.
Cenobio Paniagua está considerado el primer mexicano autor de ópera, o lo que es lo mismo el padre de la ópera en México, que sentó las bases para el desarrollo operístico en México.
Compuso también la ópera “El paria”, “Clementina”, el oratorio “Tobías”, la pieza “Una niña de aguadores” y un Réquiem, incursionó en la composición de zarzuelas, compuso decenas de misas, entre otras obras religiosas.
Cenobio Paniagua murió en Córdoba, Veracruz, el 2 de Noviembre de 1882.
Importante es destacar el gran trabajo que realizaron los musicólogos Aurea Maya y Eugenio Delgado, que durante cinco años de intenso trabajo, buscaron, ordenaron y clasificaron el catálogo de manuscritos musicales y teóricos que el autor michoacano legó a su familia y que es conocido como Archivo Zeballos Paniagua. Los investigadores localizaron al abogado y catedrático José Manuel Zeballos Paniagua, tataranieto del compositor, a mediados de la década de los noventa en Córdoba, Veracruz, con la esperanza de encontrar partituras del músico, siendo éste de gran ayuda para su investigación.
El manuscrito de la ópera “Catalina de Guisa”, que por muchísimos años quedó en el olvido, se conserva en el CENIDIM (Centro Nacional de Investigación e Información Musical Carlos Chávez) que resguarda el acervo de Paniagua donado por la familia Zeballos Paniagua. Ha sido restaurado por estudiantes de las facultades de Arquitectura, Música y Filosofía de la UNAM. Al parecer pronto los oídos de muchos mexicanos podrán deleitarse al escuchar esta gran obra, que gracias a esos esfuerzos será rescatada del olvido, al ser de nuevo representada.