Por: Gustavo Novaro García
Debido a la emergencia económica producida por el coronavirus, el crimen organizado italiano en sus diferentes versiones (Mafia, ´Ndrangheta, Camorra) empezó este mes de abril a repartir despensas a quienes se quedaron sin ingresos económicos, en las zonas en dónde tienen una mayor presencia: Sicilia y el sur de la península.
El único otro país en donde se han conocido estas acciones es México, en donde los cárteles de la droga ante el confinamiento obligado, comenzaron a dar apoyos alimentarios en las regiones que consideran importantes, inclusive marcando las cajas en las que hacían entregas de sus productos y luego presumiendo en redes sociales lo que hacen.
Frente a una situación tan incierta, y cuando parece que el Estado no responde con la velocidad y las medidas adecuadas, las organizaciones criminales aprovechan la oportunidad para mostrar su capacidad de logística y organización. Así, aseguran la lealtad y el reconocimiento de la población para cuando la situación regrese a la normalidad.
Como todos los negocios, el crimen organizado ha sido afectado por la pandemia, los precursores químicos para drogas cesaron de venir de China, hay mayores dificultades para transitar entre México y Estados Unidos y los clientes tienen menos dinero para comprar.
A diferencia de otras empresas, ellos pueden no despedir personal ya que recurren a otras actividades ilegales para hacerse de recursos, sean los robos o la extorsión, por lo tanto, es probable que la emergencia los fortalezca cuando termine su fase más severa.
En México la cifra de asesinatos violentos ya superó los 100 diarios y no cesa, las promesas de pacificar al país con un método diferente que hizo este gobierno son un rotundo fracaso. Por ejemplo, en España hay 300 homicidios ¡Al año!
Los escenarios que prevemos para lo que resta del 2020 no son nada halagüeños, la economía entrará en una espiral hacia abajo, con un mayor desempleo, la gente buscará encontrar sustento a toda costa y de los pocos que podrán ofrecer oportunidades serán los cárteles.
El gobierno que respondió a las crisis con recortes y austeridad, no podrá satisfacer la mayor demanda de la población. En ese vacío grupos que pueden recurrir a la violencia, tendrán un excelente campo de cultivo y de reclutamiento.
Un gobierno que había visto con indulgencia a los criminales, casi como aliados para el control social, encontrará una prueba de fuerza si las personas llegan a depender más de las ayudas de los cárteles que de las de las instituciones gubernamentales.
Los criminales aprovecharán a su favor el dinero que se reparte a los ninis, lo verán como un bono extra o para asegurar la lealtad de un cliente, al ser un nini uno de los pocos que tenga un poco de dinero extra, será una presa codiciada para los gangsters del barrio o la colonia.
Un pueblo inculto, violento y poco informado como el mexicano, que espera que el gobierno los ayude a resolver sus problemas, al no encontrar apoyo en éste, recurrirán a quién sí pueda dárselo, lo harán de manera activa o pasiva y las consecuencias agravarán condiciones de por sí ya críticas.
Un gobierno fuerte y con una estrategia sólida podría revertir o encauzar la inconformidad social, el actual, que da bandazos y que privilegia el clientelismo electoral por sobre todo, nos dejará a merced de los más fuertes, de los más decididos y despiadados.
El crimen organizado va ganando cada vez mayores espacios, pasó de presumir sus ejecuciones violentas en las redes sociales, a darnos a conocer como movilizan a sus tropas para entregar víveres, quizá hasta los veamos dando dinero si la ocasión o la propaganda juega a su favor.
Los cárteles, sin cesar los balazos, han dado el paso a convertirse en benefactores aún en una escala pequeña, no sabemos por cuánto tiempo seguirán haciendo esto, o si expandirán el número de beneficiarios, pero el que lo hagan con impunidad, muestra que son mucho más efectivos que un gobierno que quiere crear millones de empleos por decreto.
Mientras el gobierno sigue en la retórica vacía, por el mundo circulan las fotos de los paquetes con la imagen de El Chapo Guzmán. Así es el México de abril de 2020.