POR: SALVADOR KALIFA ASSAD
INTRODUCCIÓN
Andrés Manuel López Obrador (AMLO) completó en noviembre recién pasado su primer año al frente del Poder Ejecutivo Federal, por lo que cabe evaluar su gestión a la luz de las expectativas que generó como candidato presidencial. En particular, él presume de ser un político de palabra que cumple lo que promete. Esta imagen, entre otros factores, contribuyó a forjar su liderazgo, con el que triunfó en los comicios de 2018, logró para su partido un número importante de escaños en el Congreso de la Unión, así como en varias legislaturas estatales, y se mantiene aún con un respaldo amplio de la población.
En el acto realizado en el zócalo de la Ciudad de México, este 1 de diciembre de 2019, el mandatario proclamó que a un año de asumir el gobierno había cumplido 89 de los cien compromisos que hizo en diciembre de 2018 al tomar posesión. Sin embargo, una revisión sobre el cumplimiento de sus múltiples promesas de campaña muestra que en algunos casos efectivamente el presidente sí llevó a cabo lo que ofreció, pero en muchos otros hizo todo lo contrario o dice haber cumplido, en su forma particular de ver las cosas.
RECUENTO NEGATIVO
Una de las promesas más emblemáticas de AMLO es la cancelación del nuevo aeropuerto en Texcoco y su reemplazo por dos pistas en el aeropuerto militar de Santa Lucía. En octubre de 2018, antes de ser investido como presidente de la República, organizó una “consulta nacional” donde participaron apenas cerca de un millón de personas, frente a un padrón electoral de más de 89 millones de ciudadanos registrados en el Instituto Nacional Electoral. La validez de dicha consulta es muy cuestionable, aun cuando sus organizadores señalaron que cerca del 70% se manifestó en favor de la cancelación y la construcción alternativa en Santa Lucía.
Con base en ese resultado, AMLO canceló la construcción del nuevo aeropuerto, pero el cumplimiento de esta promesa significó un gasto público extraordinario por cerca de 70 mil millones de pesos (mmp), consistentes en el pago a los tenedores extranjeros de bonos que habían aportado fondos para la construcción (casi 36 mil mmp) y 34 mmp para los tenedores de bonos de la Fibra E. Es decir, “cumplir” fue costoso para el país y podría serlo aún más con las alternativas ofrecidas de la construcción de las pistas en Santa Lucía y la remodelación de los aeropuertos actuales en la Ciudad de México y en Toluca, así como las obras de infraestructura para conectar esas alternativas.
Otra promesa cumplida de AMLO es la reversa a los cambios que en materia educativa se aprobaron en el sexenio recién pasado. El grave perjuicio de esta medida es que el Estado mexicano se doblegó ante las presiones de un grupo minoritario, pero estridente, de dizque maestros que mantiene en el atraso y la marginación a los estados más pobres del país y que, al cumplir AMLO su promesa, permanecerán en esa situación por muchos años más.
Por otra parte, prometió una nueva estrategia con abrazos y no balazos para frenar la inseguridad y la violencia, regresando el Ejército a sus cuarteles. Si bien existe un nuevo cuerpo encargado de la seguridad pública, denominado Guardia Nacional, es un hecho que la mayor parte de su personal es de extracción militar, junto con el jefe operativo. Pero cada día es más evidente la escalada de crímenes y la impunidad. La estrategia de AMLO, después del fracaso en Culiacán a mediados de octubre, se presenta disfrazada ahora como decisión sensata para evitar pérdidas de vidas humanas. Mientras tanto, la promesa de mayor seguridad duerme el sueño de los justos, con un escalamiento de hechos sangrientos en el país.
De igual forma, en su campaña presidencial prometió apoyo a varios grupos opositores a la construcción de la central termoeléctrica Huexca en la comunidad de Yecapixtla, en el Estado de Morelos, pero ya como presidente se olvidó de esa promesa y más bien autorizó que siguiera adelante el proyecto de esa planta. Al igual que en el caso del aeropuerto de Texcoco, el “truco” fue una consulta popular local en donde el 60% de los participantes apoyaron la construcción. Otra promesa abandonada, pero siempre con el apoyo del “pueblo sabio”.
Como señalaba antes, una estrategia de AMLO para fortalecer su imagen de político fiable es la de cantar victoria sobre el resultado de algunas de sus medidas, aunque la realidad lo contradiga. Es el caso de su decisión de combatir la corrupción por el robo de combustible, especialmente gasolina, a través de la perforación de los ductos de Petróleos Mexicanos (PEMEX), conocido coloquialmente como “huachicoleo”.
Según AMLO, esta práctica ya se eliminó y en su discurso llamado Tercer Informe de Gobierno al Pueblo de México pronunciado el 1 de septiembre con motivo de su Primer Informe de Gobierno presentado al Congreso de la Unión, señaló: “Existían miles de esas tomas clandestinas, al grado de que este ilícito se convirtió en un jugoso negocio para delincuentes y funcionarios. En noviembre del año pasado se robaron 80 mil barriles diarios de gasolinas … Pero nadie hacía nada por impedirlo; por el contrario, en los sexenios anteriores la Secretaría de Hacienda lo veía como algo normal y de antemano lo daba por descontado de la contabilidad pública. Y nos tocó decir ‘basta’”.
En efecto, como se recordará, a principios del presente año en una estrategia deficiente y costosa para reducir el robo de combustible se cerraron ductos, hubo un desabasto considerable en varias localidades importantes del país, perjudicando a la actividad económica regular, y se optó por comprar en Estados Unidos, sin licitación de por medio, 671 vehículos cisterna (pipas) para tratar de normalizar la distribución de gasolinas. Según AMLO, el problema del “huachicoleo” ya está superado.
La realidad indica, sin embargo, que las ventas de PEMEX, mermadas según AMLO en 80 mil barriles diarios en noviembre del año pasado, no registran aumentos equivalentes en este año cuando AMLO afirma que ya no hay “huachicoleo”. En promedio, las ventas de enero a octubre de 2019 fueron inferiores en 46.8 mil barriles diarios respecto a igual lapso de 2018. En enero hubo una caída atribuible al desabasto y a partir de entonces, en el mejor de los casos el volumen vendido por PEMEX solo tuvo aumentos mensuales por solo poco más de 20 mil barriles diarios en febrero y abril, mientras que hubo otros aumentos por casi 11 mil barriles en julio y de 13 mil en octubre. Sin embargo, las cifras para todo el año actual muestran que los aumentos son menos que las caídas y la de septiembre pasado igualó prácticamente a la de enero.
Por otro lado, en agosto pasado AMLO aseguró que ya había acabado con la corrupción y que se había logrado ahorrar 500 mmp, de los cuales 200 mmp corresponden a ahorros por las compras consolidadas del gobierno, como lo reiteró este 1 de diciembre. Ambos números son discutibles porque no aparecen por ningún lado en las finanzas públicas. Una cosa podría ser reducir gasto y otra muy distinta atribuirlo a la “eliminación” de la corrupción. Sin embargo, llama la atención que, a pesar de los ahorros pretendidos, el gasto neto del sector público presupuestario fue mayor en 67.8 mmp durante enero-octubre de 2019 respecto al mismo período de 2018.
Además, el informe trimestral más reciente de la Secretaría de Hacienda indica que para financiar el gasto público se había utilizado ya a septiembre la cifra de 19.6 mmp del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios y se habla de que al final del año podrían llegarse a usar hasta 150 mmp. Todo ello sugiere que los famosos “ahorros” son imaginarios y utilizados como pretexto para decir que AMLO cumple sus promesas.
Es importante señalar también que otra de las promesas cumplidas de AMLO que aparecen solamente en el papel es la de sus 100 Universidades para el Bienestar Benito Juárez García. Éstas son elefantes blancos virtuales con un claro enfoque clientelar, que se presume están operando, pero varias investigaciones periodísticas muestran que en muchos casos se trata de pequeños locales convertidos en sede de esas instituciones de educación superior, con una carencia de maestros, alumnos y planes de estudio que no permiten hablar de un esfuerzo universitario serio por mejorar la capacitación de la población marginada. Ahora a cualquier recinto se le llama universidad.
Finalmente, en este breve recuento cabe mencionar que en su discurso de toma de posesión AMLO expresó: “Tampoco, que se oiga bien y que se oiga lejos, tampoco vamos a endeudar al país.” Sin embargo, los datos indican que, hasta octubre de 2019, la deuda del gobierno federal se siguió incrementando, lo que demuestra una promesa incumplida más y se plantea un endeudamiento mayor para 2020.
OBSERVACIONES FINALES
Seducidos probablemente por la insistencia de AMLO de que él es un político que cumple lo prometido, el pueblo mexicano le ha otorgado un voto de confianza y sigue esperando que la situación del país mejore por obra y gracia de esa “honestidad valiente”. No obstante, un análisis más a fondo de lo que han sido las políticas en estos primeros doce meses de la llamada cuarta transformación indica que incluso aquellas promesas cumplidas son perjudiciales para México. Es el caso del gasto social en los llamados programas de bienestar (pensión a adultos mayores, jóvenes construyendo el futuro, sembrando vida, etc.) que son transferencias de recursos públicos con sentido clientelar y que, por lo mismo, no contribuirán en el futuro a mejorar sostenidamente el desarrollo económico del país. Por otra parte, en varios casos el cumplimiento pretendido no es cierto y refleja sólo el manejo hábil de un discurso que, tarde o temprano, acabará por manifestarse como una venta colosal de ilusiones y, lo que es más grave, significará que hemos perdido un tiempo valioso para atacar y resolver nuestros ingentes problemas.
BIBLIOGRAFÍA
Cumple presidente AMLO 89 por ciento de sus compromisos en el primer año de gobierno, diciembre 1, 2019.
Discurso del presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador, en su primer informe de gobierno, Patio de Honor de Palacio Nacional, 1 de septiembre de 2019.
Mensaje del presidente de los Estados Unidos Mexicanos Andrés Manuel López Obrador, 1 de diciembre de 2018.
PEMEX, “Estadísticas petroleras octubre de 2019”.
Secretaría de Hacienda y Crédito Público, “Las finanzas públicas y la deuda pública a octubre de 2019”, 29 de noviembre de 2019.
Secretaría de Hacienda y Crédito Público, “Informes sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública al Tercer Trimestre de 2019”, 30 de octubre de 2019.