Por: Graciela Cruz Hernández
Eran otros tiempos cuando la poesía se convertía en música o cuando la música era una verdadera poesía, cuando nace Jesús Monge Ramírez en Morelia, Michoacán, el 9 de noviembre de 1910. Sus padres fueron Jesús Monge Oseguera y Guadalupe Ramírez. Cuando tenía ocho años de edad, su madre lo llevó a vivir a la ciudad de México.
Poeta nato, desde niño dio muestra de su talento al escribir acrósticos que vendía a sus compañeros de la escuela, ayudando así a su madre con los gastos de la casa.
Amante de la música, estando en la preparatoria aprendió a tocar la guitarra con un amigo al que apodaban el “Díscolo”. Después entró a estudiar a la Escuela de Ingenieros Mecánicos Electricistas del ITI —hoy Instituto Politécnico Nacional—, ahí seguía escribiendo poemas y musicalizándolos. Poco después dejó los estudios para dedicarse de lleno a la composición, que era su verdadera pasión.
Trabajó en la XEG, en la Asociación Nacional Publicitaria y en manufacturera de cigarros El Águila, ahí conoció al gerente de publicidad Luchini, que le dio un contrato para actuar con el seudónimo de “El compositor más joven del mundo”. Más adelante, el señor Pedro de Lille lo nombró director artístico de La Hora Trivial, que después fuera La Hora Azul, y al mismo tiempo lo contrató para actuar en el teatro Politeama, representando la revista Samaritana
En el año de 1924, el Dr. Atl (Gerardo Murillo) organizó un concurso para poetas jóvenes en el que Chucho participó y ganó. El premio era un viaje a Europa, pero su madre no le permitió ir, así que el Dr. Atl decidió premiarlo con la edición de un libro con sus poemas.
Siendo muy joven aun, a los 17 años participó en otro certamen que consistía en componer un vals para la bella y famosa artista Ann Harding. En esa ocasión concursaron, entre otros compositores, Agustín Lara y Alfonso Esparza Oteo. El vals de Chucho, La princesita del cuento azul, obtuvo uno de los primeros lugares.
Cuando joven, Chucho Monge se identificaba con el tango, continuando después con la composición de boleros. En 1927 compuso Al son de mi guitarra, canción que se internacionalizó, primero en Estados Unidos con el título de I am Trying to forget you, y después en Francia como Ma Chanson Vivrant.
Para 1928 Chucho ya cantaba en la XEB, y en 1931 se fue a la XEW como uno de los artistas fundadores de esa estación. Posteriormente fue incluido en el cuadro principal del programa Noches Tapatías en la XEQ, en donde permaneció por largo tiempo.
En 1934, su canción Sacrificio fue un gran éxito; se escuchaba en todas partes y a cualquier hora. Era un bolero para todas las edades, gustos y clases sociales, e incluso Agustín Lara la llegó a cantar en sus presentaciones.
Un hecho trascendente en la vida de Chucho Monge fue su encuentro con la Reina de la canción mexicana Lucha Reyes, quien le aconsejó, y le sugirió encarecidamente que hiciera canciones que expresaran la belleza del folclore mexicano, y así fue que nació la hermosa y bravía canción “La Feria de las flores” estrenándola obviamente Lucha Reyes y con el tiempo ha sido cantada por los más grandes intérpretes de nuestra música mexicana.
Cuando el torero Manolete vino a México en 1951, pidió que le presentaran al compositor de La Feria de las flores; así fue que Chucho y Manolete se conocieron y se hicieron grandes amigos. Manolete tomó esta canción como el tema musical favorito que los Mariachis tocaban en todas las plazas.
Se dice que Walt Disney filmó una versión de La feria de las flores; pero la película nunca se estrenó porque surgió un pleito con Peermusic, por derechos de autor.
Chucho Monge, fue socio fundador de la Sociedad de Autores y Compositores de México, conjuntamente con sus compañeros y amigos compositores Alfonso Esparza Oteo, Mario Talavera, Ignacio Fernández Esperón Tata Nacho, Alberto Domínguez, Gonzalo Curiel y varios más.
Entre los años de 1939 y 1943 se dedicó a musicalizar películas, de las cuales participó en algunas, como: Eterna mártir, Los bohemios y Cuando los hijos se van, además de ser el alma del programa Noches Tapatías en la XEW.
El 5 de diciembre de 1942, recibió un homenaje público en el teatro “Follies Bergere” en el que participaron “Los hermanos Martínez Gil”, Emilio Tuero, “La Rondalla de Tata Nacho”, Gonzalo Curiel, “La Torcacita”, Chelo Velázquez, entre otros.
El compositor contrajo matrimonio con Isabel Hernández Murillo, el 23 de abril de 1943 y tuvo cinco hijos: cuatro hombres y una mujer.
En cuanto a su canción que es como un segundo Himno Nacional para todos los mexicanos que viven fuera de nuestra patria pero que añoran regresar vivos o muertos al lugar que los vio nacer, es la de “México Lindo”, Hasta donde sabemos, en 1945 el dueto femenino «Las Dos Rosas», conformado por Rosario Morales y Eva Rodríguez y luego por el trío Tariácuri sin lograr mucho éxito.
Fue hasta 1950 que la voz magistral del charro cantor Jorge Negrete la grabó como parte de la música de una película llamada «Siempre tuya», curiosamente parecía una premonición pues en 1953 el charro cantor moriría en los Ángeles California regresando a México “dormido”, con el sueño eterno de la muerte. El tema “México lindo” fue tocado y cantado en sus funerales.
En Huauchinango, Puebla, donde desde 1938 se celebra la Fiesta de las flores, por la antigua fiesta prehispánica de la flor, Chucho Monge fue declarado «Hijo predilecto» el 15 de marzo de 1954. Recibió un diploma de manos del presidente municipal de la región por su canción «La Feria de las flores» que aunque no fue expresamente compuesta para ese pueblo hay lugareños que dicen que se las regaló. Chucho Monge poco antes de morir compuso la canción “Pueblito lindo de Huauchinango”.
Chucho Monge decía que era un hombre feliz, así lo dijo en la entrevista que le hicieron el 19 de abril de 1964 para el periódico La voz de Michoacán: “Como michoacano, estoy encantado de serlo, y si no lo fuera, quisiera serlo. Como hombre soy muy feliz por las cosas que he realizado; si me hubiera dedicado a hacer dinero, lo hubiera hecho, pero mi espíritu no está metalizado.”
Entre las cientos y cientos de canciones de su autoría encontramos entre otras: Pobre corazón, Dolor, Cartas marcadas, Creí, Sacrificio, y por supuesto, México lindo y querido, «Rayando el sol», «El jinete fantasma», «La cucaracha» y «Monte de piedad», con la cual obtuvo la medalla «Mario Talavera».
Obtuvo la medalla «Industrias Madero» por su arraigo en el medio artístico y el premio Manuel M. Ponce. Además, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) también le confirió diploma de honor por el tema «Alondra», entre otros galardones.
Falleció de un infarto cardíaco el 9 de agosto de 1964 y fue sepultado en el Lote de los compositores del Panteón Jardín de México, D.F.
En 2011, la Sociedad de Autores y Compositores de México de la que fue socio fundador lo galardonó con el Reconocimiento Póstumo Juventino Rosas, instituido para honrar a los autores mexicanos cuya obra ha trascendido las fronteras lingüísticas y culturales para gloria de México en el mundo.
Viva para siempre en la memoria de nuestro México lindo y querido el recuerdo y la música del gran compositor Jesús (Chucho) Monge Ramírez