Por: Graciela Cruz Hernández
Nieto del médico poblano Juan Nepomuceno Raudón, y de familia fielmente católica, el 8 de mayo de 1893 en la ciudad de Puebla, nació José Joaquín Izquierdo Raudón; hijo de Joaquín Pelayo Izquierdo y María Raudón. Sus primeros cinco años de vida los pasó en puebla, y en 1898 su padre se quiso dedicar al campo y compró una hacienda en el Estado de Tlaxcala. Ahí su madre se ocupó de que él aprendiera a leer, a escribir, así como materias de estudio básico. En 1901 la familia al no ver prosperidad en su trabajo, regresó a Puebla. Inscribieron a José Joaquín en una escuela particular. Ese mismo año inicia los estudios primarios que adelantó, pues esos estudios ya los había aprendido con su madre. A los once años ingresó para su instrucción secundaria o preparatoria al Colegio de San Pedro y San Pablo, de 1905 a 1909. El último año de este ciclo lo cursó en el célebre Colegio del Estado de Puebla. Moderado y disciplinado, se distinguió por obtener las mejores notas. Además de sus estudios, se interesaba, por la lectura y el ciclismo. Aunque prefería quedarse en casa a disfrutar de la lectura de historias y libros, cuando salía era para reunirse con un grupo de ciclistas de cuyo club “Triunfo” fue presidente.
Por su gusto a la lectura y cultura en general, adquirió libros, de texto y de consulta para conformar una biblioteca personal que fue enriqueciendo con el paso de los años, por compra u obsequio de amigos y colegas. La biblioteca se llenó de obras de historia, medicina, biología, literatura, diccionarios, etc., en varios idiomas que dominó perfectamente, pues aprendió francés, inglés y alemán, que le facilitaron su estancia en Estados Unidos y en otros países europeos que en materia de medicina empezaban a destacar mundialmente.
En 1911 estudia la carrera de medicina en la Facultad de Medicina del Colegio del Estado de Puebla y en el antiguo Hospital de San Pedro. Enfrenta la muerte de su padre en 1913, hecho que dejó a la familia en circunstancias difíciles, y a él con la responsabilidad de proporcionarles sostén y guía con apenas 20 años de edad. En 1915 finaliza los estudios de medicina y en diciembre de ese mismo año se traslada a la hacienda azucarera e ingenio de Calipam, al sur de Tehuacán, estableció una enfermería temporal para las víctimas de la epidemia de tifo, que azotaba a varias regiones del país. Permanece ahí hasta marzo de 1916, el pago por su trabajo le serviría para cubrir los gastos de su tesis, así como el examen final y la obtención del título. A su regreso a Puebla con el patrimonio familiar perdido, envía a su madre y hermanos a la ciudad de México, mientras él se ocupa de desmantelar la casa y preparar su tesis.
Con una bibliografía desactualizada y con poco conocimiento de la entomología mexicana, presenta como tesis Investigaciones sobre el paludismo en Puebla, obteniendo con ella el 8 de enero de 1917 el título de Médico Cirujano. En dicho trabajo exploraba los alrededores de Puebla para saber si en realidad existía el mosquito capaz de ser vector del paludismo. La tesis mereció el comentario de L. O. Howard, Jefe del Departamento de Entomología del Ministerio de Agricultura de los Estados Unidos.
Ya titulado decide continuar la línea de estudios iniciados en su trabajo; pero desiste ante la falta de apoyo de las autoridades, no sin antes publicar un último escrito sobre la forma de colectar mosquitos para su clasificación. En marzo de 1917 con título en mano y varias recomendaciones se trasladó a la ciudad de México, donde la apremiante situación familiar apresuró su búsqueda de un empleo que le permitiera poner en práctica los conocimientos adquiridos en la Facultad de Medicina y le permitiera seguir estudiando.
En 1917 inicia los estudios de fisiología. En la Facultad de Medicina le son confiadas las funciones de demostrador de fisiología y en 1918 se encarga de la enseñanza del laboratorio de la Escuela Médico Militar. Por su desempeño es ascendido a Jefe de Trabajos en la Escuela de Medicina y profesor en la Escuela Médico Militar. En 1922 va a Estados Unidos, comisionado por el Instituto de Higiene para estudiar cuestiones relativas a la vacunación. En ese viaje, establece contacto con fisiólogos de las escuelas de medicina de Harvard, en Boston, de Cornell y Columbia en Nueva York; de John Hopkins en Baltimore y de Pennsylvania en Philadelphia. La División de Educación Médica de la Fundación Rockefeller le concedió una beca para trabajar con los mejores fisiólogos y permanece de 1927 a 1928 en el Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de Harvard; ahí se convence de que en México la fisiología tenía un atraso considerable y necesitaba una reforma. En 1928 se incorpora al Laboratorio de Fisiología de la Universidad de Cambridge, Inglaterra y al año siguiente al de Biología Marina en Plymouth. Durante los últimos meses de 1929 y los primeros de 1930 colabora en el Departamento de Fisiología de la Universidad de Colonia en Alemania.
Ya en México comienza su labor en pro de una reforma en la medicina, y para ello elabora programas y planes; no solo se concreta a la Escuela de Medicina, sino que también trabaja en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional y en la Escuela Médico Militar. De acuerdo a Izquierdo, en los primeros veinte años del siglo XX el estado que guardaba la fisiología mexicana era el mismo que el de finales del siglo anterior; no se contaba con un local propio en la Facultad de Medicina y las lecciones se dictaban en el mismo salón que servía para otras cátedras. Convencido de que era necesario un cambio. Realizó propuestas para impulsar y mejorar la fisiología pero sus reformas no son tomadas en cuenta y son duramente criticadas, sus oponentes consideraban imposible que los estudiantes mexicanos llegaran a trabajar al nivel de los de Harvard.
En 1937 reforma y dota con nuevos aparatos el laboratorio de fisiología de la Escuela Médico Militar y publica un folleto donde da cuenta de los trabajos que se realizaban desde 1934 en dicho establecimiento. En 1939 publica Análisis experimental de los fenómenos fisiológicos fundamentales con un prólogo del profesor Merklen H. Jacobs, pretendiendo que los alumnos aplicaran el método científico, se habituaran al uso del lenguaje preciso, reforzado por el uso de las matemáticas y del método gráfico y que les enseñara a plantearse problemas de índole científico. Al año siguiente la obra fue aceptada en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas que contó con un área de investigación conocida como Laboratorio de Investigación de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas.
En 1942 el rector de la Universidad y el director de la Facultad de Medicina gestionaron la creación de modestas plazas para investigadores y ayudantes para el Departamento de Fisiología. Y el doctor Alberto Guevara Rojas contribuyó a mejorar la organización del Departamento para que al fin quedaran establecidos en la Escuela de Medicina los cursos de laboratorio de fisiología.
José Joaquín Izquierdo como promotor de la investigación científica médica jugó un papel fundamental en la creación de los laboratorios de enseñanza e investigación en fisiología de los que son ahora los grandes centros científicos y educativos de nuestro país. Sus actividades realizadas dentro del Departamento de Fisiología son más de tipo administrativo que de investigación.
En su Balance cuatricentenario de la fisiología en México, expone cuáles fueron los motivos que lo llevaron a escribir sobre la evolución del pensamiento fisiológico en México desde la época colonial hasta las primeras décadas del siglo XX. Su bibliografía integrada por 8 libros y más de 200 artículos, aborda cuatro temáticas principales: historia de las ciencias, historia de la medicina universal, historia de la medicina mexicana e historia de la medicina poblana. La Gaceta Médica de México, se enriqueció con elogios, semblanzas, pequeñas biografías, notas biográficas y artículos, que en total suman aproximadamente 100 participaciones que publicó durante casi 50 años como miembro de la Academia Nacional de Medicina.
Miembro de diversas sociedades científicas, nacionales y extranjeras, y de otras fue el creador. Recibió la Condecoración del Mérito Militar de 2ª. Clase, la Medalla de la Asociación de Cirujanos de los Estados Unidos del Norte, y la de la Orden de Lafayette, la de The Society of the Sigma XI, Capítulo de Harvard y, en mayo de 1952, el Presidente Miguel Alemán Valdés le otorgó la Medalla al Mérito Docente, Maestro Altamirano, y un diploma por su trayectoria como maestro en pro de la cultura mexicana.
Su obra autobiográfica Desde un alto en el camino, narra detalladamente su trayectoria profesional. Con pocos detalles de su vida personal y familiar, deja ver a un esposo, padre y abuelo amoroso. José Joaquín Izquierdo, médico, promotor de la investigación científica médica, historiador y escritor acucioso, murió el 16 de enero de 1974.
Fuentes:
https://www.ensayistas.org/critica/generales/C-H/mexico/izquierdo.htm Gabriela Castañeda López
https://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/lecturas/T4/LHMT4_005.pdf