Ingeniero Civil y catedrático
Por: Graciela Cruz Hernández
El 17 de julio de 1894 en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, nació Juan Palomar y Arias. Hijo de Carlos Palomar y Calvillo y de Julia Arias y Zavala, ambos intelectuales amantes de la cultura. Juan fue el segundo de siete hijos.
Los estudios de primaria los realizó con los hermanos maristas de Guadalajara, el bachillerato en el Instituto Científico Mexicano de los Jesuitas. Luego se fue a estudiar agronomía en la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, pero la primera Guerra Mundial lo hace huir a Francia. Estudió en el College Chaptal de París. Contrajo matrimonio con la francesa Genevive Loriot (1895-1927), con quien procreó a su único hijo, Yves Palomar Loriot. Juan Palomar enviudó a los pocos años. Palomar se unió en segundas nupcias con Soledad Orozco y Orozco
Ya de nuevo en Guadalajara de 1928 a 1931 estudió en la Universidad de Guadalajara. Recibió su título de Ingeniero Civil el cual le fue otorgado en 1934 con la tesis «Notas sobre Planeación». Inició su vida laboral desempeñándose en diversos puestos tanto en Francia como en México donde apoyó a su familia en la administración de la Hacienda la Cofradía del Rosario, cerca de Zapotlán el Grande, en Jalisco.
Realizó trabajo de construcción en sociedad con el Arquitecto Basave y el Ingeniero López Aranda en Guadalajara y al lado del arquitecto Luis Barragán y Pedro Castellanos. Trabajó en la Secretaria de Comunicaciones y Obras Públicas en Tecomán, Colima (1936-1937), en Mazatlán, y en Sinaloa (1938-1939). En 1940 fue fundador de la Comisión Consultiva de Planeación de Guadalajara. De 1947 a 1985 se desempeñó como Urbanista y planeador de la Junta General de Planeación y Urbanización del Estado de Jalisco (hoy Departamento de Planeación y Urbanización) donde fue encargado durante algún tiempo de la oficina del Plano Regulador. De 1953 a 1974 trabajó en el Departamento de Obras Públicas del Ayuntamiento de Guadalajara.
Paralela a su carrera profesional desarrolló la docencia de 1947 a 1973 en las carreras de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad de Guadalajara, así mismo fue catedrático de la Universidad Autónoma de Guadalajara y del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente e inspector en la UNAM ante diversas instituciones educativas de Jalisco.
Entre las obras realizadas por su cuenta o en colaboración con otros ingenieros y arquitectos destacan La Escuela Agrícola de Tecomán, La Escuela Naútica de Mazatlán, proyectó y ejecutó la Iglesia de San Francisco de Sales en Guadalajara.
Ejecutó los siguientes proyectos del Arquitecto Pedro Castellanos: la Iglesia del Salto de Juanacatlán, La Iglesia de la Soledad, La Iglesia de la Santa Cruz, el Colegio Fray Pedro de Gante, todas estas en Guadalajara. Construyó la casa de Luis Barragán en Chapala, la casa del Gral. Marcelino García Barragán en colaboración con el Ing. Enrique Ladrón de Guevara en Guadalajara. El Hospital de la Cruz Roja en Ciudad Guzmán, Jalisco, La Iglesia de Cuyutlán en Colima, La Ciudad de los Niños del Padre Cuellar en colaboración con su hijo Yves Palomar, así como un gran número de casas particulares.
En noviembre de 1948, Juan Palomar fue uno de los fundadores de ARQUITAC, asociación civil para la difusión de la Arquitectura, tenía como domicilio la calle Morelos y Contreras Medellín. También se le reconoce como uno de los fundadores del Partido de Acción Nacional, Presidente y Miembro del Club Sembradores de Amistad y Jefe de Operaciones de Defensa Pasiva de la Plaza de Guadalajara durante la II Guerra Mundial.
Fue un hombre interesado y estudioso de Guadalajara y de una gran decisión profesional, en su obra siempre manifestó una constante preocupación por las cuestiones urbanas.
Juan Palomar, considerado uno de los urbanistas y constructores más eminentes de Jalisco, participó directamente en las obras urbanas que transformaron la fisionomía de la antigua ciudad que aunque bellísima, carecía de avenidas y sus espacios abiertos eran escasos. Participó en las aperturas de las actuales avenidas Juárez y 16 de Septiembre, de la red de colectores, de las obras de entubamiento del río de San Juan de Dios. Intervino en las ampliaciones de las avenidas Niños Héroes y de la Paz, o las Torres (hoy Lázaro Cárdenas), así como en una multitud de obras públicas, plazas y jardines de la ciudad de Guadalajara.
Fue merecedor de diversos reconocimientos como la condecoración de la Orden de las Palmas Académicas de la República Francesa, con grado de oficial en 1966, La Medalla de Honor de la Cámara de Comercio de Guadalajara en 1976, se le distinguió como Miembro Honorario del Instituto de Asentamientos Humanos de la Universidad de Guadalajara, fue Socio Honorario de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de Guadalajara, A.C. y Socio Fundador y Valuador Emérito del Instituto mexicano de Valuación.
El arquitecto Julio de la Peña, lo calificó como un hombre culto, amante de la música y de la literatura; muchas virtudes lo distinguían, era un hombre modesto, sencillo, sumamente íntegro y con una absoluta obsesión de servicio. Siempre buscaba el lado bueno de las personas y las cosas para emitir un comentario.
Don Juan Palomar y Arias, hombre sumamente educado, benévolo y solidario después de una larga y fructífera vida murió a los 93 años de edad en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, el 4 de Septiembre de 1987, dejando su huella perene en esa ciudad que lo vio nacer.
Dos importantes calles en la zona metropolitana de Guadalajara llevan su nombre.