Por: Mnemea de Olimpia
En la última entrega expuse algunas de las recomendaciones para forjar una juventud de mayor calidad, y sin embargo, quizás algún lector distraído se pregunte ¿y por qué necesitamos una juventud mejor? Eso es justo lo que estudiaremos en esta entrega.
¿Por qué es necesario mejorar a nuestros jóvenes? Simple, porque ellos son el futuro, y de su calidad, dependerá el porvenir de nuestra civilización. Como padres, el conformarnos con una juventud emocional de débiles y obesos, que se preocupan más por los animales que por tener hijos ellos mismos, es una receta perfecta para el colapso social, o bien, para la tiranía. ¿A qué me refiero? Seré lo más clara posible. Allá afuera hay una Élite Internacional que busca por todos los medios esclavizarnos, desde hace ya muchos siglos, y en especial desde hace cien años. ¿Cómo podremos resistirnos a su dominio si nuestros descendientes lloran por cualquier cosa, rehúsan a la violencia y en lugar del honor, la gloria y la trascendencia, se conforman con la popularidad, la promiscuidad y el materialismo? Evidentemente sólo podrá haber dos desenlaces con esa calidad de jóvenes:
En el mejor de los casos, la sociedad seguirá su espiral de decadencia, la gente tendrá menos y menos hijos, y las autoridades poco a poco se volverán más y más autoritarias, justo como ocurre hoy en día por todo Occidente, donde la gente gustosamente se entrega a la esterilidad voluntaria, y los gobiernos imponen el Marxismo Cultural por las buenas o por las malas. Ante esa realidad, las ciudades se vaciarán por el tipo de vida insosteniblemente pútrido que se sufrirá en ellas, como ha ocurrido ya tantas veces en la Historia, o bien, en el peor de los mismos, y el más probable de los escenarios, la espiral de decadencia se transformará en una de violencia balcanizadora, que terminará por convertir al orden social en anarquía total, ante lo cual la Élite Internacional, asumiendo el rol de “salvadora” impondrá una dictadura global que habrá de reestablecer la ley y el orden, pero aquél que a ella le convenga, convirtiéndonos a todos en sus esclavos. Habrá llegado entonces el tan profetizado Gobierno Mundial.
Espero que el lector sea lo suficientemente inteligente para no echar en saco roto mis palabras, y lo bastante curioso como para investigar lo que es el Nuevo Orden Mundial que se avecina. Ése es nuestro destino, y en el que nuestros hijos y nietos habrán de crecer. ¿Para qué tener hijos entonces si ellos habrán de venir a un mundo de conflicto? Justamente, eso es lo que explicaremos en la siguiente entrega.