Por: Jerry Gortman
El martes 29 de septiembre la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados aprobó una iniciativa impulsada por López, a través de su partido MORENA, para desaparecer 109 fideicomisos y utilizar discrecionalmente el dinero obtenido de su extinción, poco más de 68,000 millones de pesos.
Posteriormente, el martes 6 de octubre fue definitivamente aprobada la iniciativa en sesión del Pleno, en lo general, con 242 votos a favor, 178 en contra y 7 abstenciones.
Originalmente, la propuesta contemplaba eliminar 55 fondos, sin embargo, en un último planteamiento se determinó que el número final sería de 109 fideicomisos.
Entre los fideicomisos que desaparecen destacan, entre otros, los Fondos de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico; Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento (FODEPAR); el de Cambio Climático; Financiera Rural; para la Protección de las Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas; Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (FIDECINE); 32 Fondos Mixtos del Conacyt de cada entidad federativa; Programa de Mejoramiento de los Medios de Informática y Control de Autoridades Aduaneras; Fondo Metropolitano; Fondo Regional; Fondo Minero y el Fondo de Desastres Naturales (FONDEN).
Según López los recursos que se logre ahorrar con la eliminación de fideicomisos serán destinados a fortalecer el sistema de salud.
Respecto a lo anterior, declaró que “ (… ) todo eso que se ahorre nos va a dar más posibilidades de tener recursos suficientes para que no falte la atención médica y los medicamentos gratuitos en nuestro país; o sea, se va a poner orden y con esos fondos vamos a estar ahora sí que más preparados para que se garantice el derecho a la salud en nuestro país, como lo venimos haciendo”, expresó el martes 29 de septiembre en su conferencia “aburridera”.
Por su parte, Mario Delgado, Coordinador de MORENA en la Cámara de Diputados, siguiendo la línea dictada por su patrón López, declaró qu la iniciativa busca tener una mayor transparencia en la entrega de apoyo a los diferentes sectores y ayudar a la emergencia económica que actualmente vive el país derivada de la pandemia del COVID-19.
Al respecto, dijo: “Que tengan mayor transparencia, que no se creen estructuras administrativas sobre plazas alrededor de los fideicomisos, que haya no opacidad, y la más importante es porque estamos en una emergencia económica muy importante y el gobierno ha decidido no endeudar el país, no recurrir a los aumentos de los impuestos. Hay que apretar el cinturón y si ahora hay recursos que están reservados para un objetivo que no es tan prioritario como la atención de la salud, tiene que haber una reorientación”, agregó.
Sin embargo; dentro del dictamen presentado por MORENA no se menciona ningún esquema de control que permita transparentar el uso de los recursos que se van a obtener con su desaparición.
Si López nunca ha dado una explicación, peso por peso, sobre el destino de los millonarios recursos de que dispone, ¿por qué ahora tendría que hacerlo?
De esta manera, el primero en caer en opacidad y falta de transparencia es López.
Ahora bien, cabe preguntarse: ¿Por qué López busca desesperadamente obtener dinero si anteriormente existían recursos millonarios que en un par de meses se esfumaron y López nunca ha dado una explicación en relación a este asunto? Sobre el particular López declaraba el 23 de marzo del presente año que “(Quiero) decirle al pueblo de México que, frente a la crisis económica, tenemos fortalezas. Tenemos fortalezas porque tomamos la decisión desde que llegamos al gobierno de no permitir la corrupción y eso nos ha dado posibilidad de tener ahorros, todo lo que antes se iba por el caño de la corrupción lo tenemos en caja, lo tenemos en la Secretaría de Hacienda”, indicó López.
Y añadía: “¿Qué tenemos? Tenemos fondos extras para usar de alrededor de 400 mil millones de pesos. ¿Por qué menciono esta cantidad? Porque esto nos va a permitir mantener los programas de bienestar, además del presupuesto, porque la recaudación ha sido buena, ayer les decía yo en lo que va del año con relación al año pasado tenemos una recaudación del 7 %, superior a lo obtenido el año pasado, son como 45,000 millones de pesos”.
¿En dónde quedaron los 400 mil millones de pesos que alardeaba López y que servirían para mantener los programas de bienestar, en los que se incluía, por supuesto, los relacionados con el sector salud?
Asimismo, en este año, durante su segundo informe de gobierno, declaró muy orondo el viejito ladino que “Hemos podido ahorrar alrededor de 560,000 millones de pesos (…) Estamos enfrentando dos crisis al mismo tiempo: la sanitaria y la económica y vamos saliendo adelante”.
Si han existido y siguen existiendo tantos ahorros, entonces ¿para qué se echa mano del dinero que se va a obtener de la desaparición de los 109 fideicomisos?
Al respecto, Mariana Campos, coordinadora del programa de gasto público y rendición de cuentas de México Evalúa, en entrevista con el periódico El Economista, afirmó que las finanzas públicas del país se caracterizan no porque haya ahorro, sino porque se han debilitado los ingresos presupuestarios. Y señala:
“Este monto no se debe a un esfuerzo de ahorro, sino a que se han debilitado los ingresos públicos de manera importante en los últimos dos años. Los ingresos de enero a julio de este año son equiparables a los ingresos de enero-julio del 2015, es decir, retrocedimos cinco años en nivel de ingresos”
Campos indica que en 2019 la Secretaría de Hacienda, y sin estar en crisis, utilizó alrededor de 150 mil millones de pesos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) para compensar la caída en los ingresos.
Es decir, la verdadera razón para desaparecer los fideicomisos radica en la imperante necesidad que tiene López, ante la caída de los ingresos, de cubrir sus onerosos gastos (Dos Bocas, el Tren Maya, el Tren del Istmo, el aeropuerto de Santa Lucía, el rescate de PEMEX, el financiamiento de la campaña electoral para las elecciones del próximo año y cientos de millones de pesos más que serán usados discrecionalmente por López y que retroalimentan la corrupción al interior de su gobierno), obteniéndolos de donde se pueda, por lo que ahora le tocó a los FIDEICOMISOS, después podría echar mano de las AFORES y ya encarrerado podría pensar en disponer de los AHORROS DE LOS MEXICANOS. No perdamos de vista que, ante un régimen autoritario y comunista como el de López, no es lejana esta posibilidad, como lo hizo Fidel Castro en Cuba al expropiar las cuentas bancarias de los ciudadanos.
Asimismo, es importante señalar que el Instituto Mexicano de Ejecutivos en Finanzas (IMEF), mencionó que desaparecer estos fideicomisos públicos significa poner en peligro la red de apoyo que en México se ha construido durante décadas.
En conferencia virtual, el presidente del IMEF, Ángel García-Lascurain, manifestó que, según la Secretaría de Hacienda, los recursos destinados a los fideicomisos para el cumplimiento de funciones de Gobierno ahora serían asignados de manera directa; sin embargo, si esto no se cumple, entonces dejaría desprotegidos a los mexicanos, afirmó. Al respecto, es poco seguro, conociendo la mezquindad de López, que cumpla su palabra y siga destinando recursos para todos los fideicomisos desaparecidos.
Como puede observarse, el desmantelamiento de las redes de apoyo significa traicionar al pueblo de México, cancelando la posibilidad de brindarle educación, cultura, deporte, ciencia, protección y trabajo. Con ello, López le da la espalda, una vez más, a millones de mexicanos. En este sentido, Antonio Ortega Martínez, diputado del PRD, acusó como un «austericidio» por parte del Gobierno federal el obtener recursos de manera discrecional de fondos y fideicomisos existentes, y declaró que:
«Se descarta acudir al déficit fiscal y por ende al endeudamiento, pero se sacrifican los capítulos de gasto en aras de fondear los programas prioritarios aun a costa de la salud, de la misma Administración pública.
Ello explica la política de austeridad y le daba sentido a la forma agresiva con que se ha implementado al tiempo que hoy explica su profundización hacia el austericidio y las nuevas disposiciones jurídicas que legalizan el uso de ahorros, fondos y fideicomisos a efecto de que sean canalizados por el presidente a sus programas de manera discrecional y sin pasar por la autorización del Congreso», expresó Ortega.
En sintonía con el diputado Antonio Ortega, su compañera Fabiola Loya Hernández, de Movimiento Ciudadano, recriminó al secretario de Hacienda que eliminar el fondo regional afectará a las entidades con mayor rezago, dirigiéndose a él en los siguientes términos:
«Por qué, señor secretario, eliminar el fondo regional si esto afectaría a entidades federativas de mayor rezago como Oaxaca al dejarles sin financiamientos para programas de infraestructura, de educación y de salud. Vemos que el crédito a la palabra hoy no aparece en este ante proyecto de Presupuesto y con mucha tristeza vemos que en la desaparición de los fideicomisos también está el fondo a la financiera rural”, apuntó.
El dictador volvió a imponer su voluntad violando una vez más las disposiciones legales. No debe olvidarse que “no se podían desaparecer por decreto los fondos que habían sido creados por ley”.