Por: Gustavo Novaro García En los últimos 30 años hemos testimoniado una degradación de la vida pública del país. El Estado abdicó su legítimo derecho a aplicar la fuerza frente a autodenominados “grupos luchadores sociales”. Comenzó, por ejemplo, en las marchas para conmemorar el 2 de octubre, con pintas, vandalismo y ataques con cohetones aLeer más