Por: Salvador Kalifa Assad
INTRODUCCIÓN
El Banco de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos (EU) disminuyó el miércoles de esta semana, por segunda ocasión en el año, la tasa de los fondos federales, ubicándola ahora entre 1.75 y 2 por ciento. Este movimiento era ampliamente esperado por los mercados, que además prevén, por lo menos, una reducción adicional antes de que termine 2019.
CAMBIOS DE POSTURA Y RIESGOS
Este es un escenario muy distinto al que existía por estas fechas hace un año. En aquel entonces, las declaraciones de Jerome Powell, presidente del Fed, en la conferencia de prensa posterior a la reunión de septiembre 2018, parecían indicar que la tasa de los fondos federales volvería a elevarse a fin de ese año y, quizá, un par de veces en el actual.
La realidad ha sido muy diferente. El Fed se ha visto en la necesidad de reducir la tasa de los fondos federales para contrarrestar los efectos negativos que pudieran tener sobre el crecimiento de la economía estadounidense un entorno internacional menos dinámico, en particular en las economías europeas, así como la guerra comercial con China.
La reducción de la tasa de los fondos federales, que empezó a fines de julio, fue la primera en una década, y fue posible porque la inflación permanece todavía por debajo del 2 por ciento, lo que parece indicar que todavía no hay presiones sobre el crecimiento de los precios, a pesar de que los números de empleo y salarios cuentan una historia más robusta.
Es importante tener presente, sin embargo, que la disminución de las tasas de interés en las condiciones actuales de EU conlleva riesgos importantes. La recesión que se teme está lejos todavía, y bajar las tasas desde ahora puede no ser la mejor estrategia, en particular porque las tasas están en niveles muy inferiores a los que típicamente existen en etapas similares del ciclo económico. No se trata de quemar los cartuchos antes de que empiecen realmente las hostilidades.
Por otro lado, si la disminución de tasas estimula más la economía cuando está ya creciendo por encima de su tendencia histórica, puede llevar los precios de las acciones a niveles quizá insostenibles. Esta no sería la primera ocasión en que la exuberancia de los mercados desemboca en una crisis. El Fed necesita estar atento a este riesgo.
La reducción de tasas en EU va a pesar bastante en la decisión que tomará el Banco de México (Banxico) respecto al nivel de su tasa de referencia en la reunión de la próxima semana. La disminución del ritmo de inflación en México y el estancamiento de nuestra economía también jugarán un papel importante al decidir el rumbo de la política monetaria.
Considero que, al tomar todos esos factores en consideración, la conclusión normal es que Banxico va a disminuir en un cuarto de punto porcentual su tasa de referencia el jueves próximo, para colocarla en 7.75 por ciento. Me parece, además, que nuestro banco central tratará de seguir vinculando su política monetaria a la del Fed, más cuando la expectativa de los inversionistas es que en EU se registren reducciones adicionales en lo que resta de 2019 y en 2020.
En nuestro caso, existen, por lo menos, tres factores adicionales relacionados con la cotización del dólar que demandan la atención de nuestras autoridades a la hora de decidir sobre el nivel de las tasas de interés en México, ya que ellos pueden elevar su precio y afectar negativamente el crecimiento de la inflación interna.
Primero, el peso sigue débil frente a la divisa estadounidense y puede caer más si se complica la situación en Argentina, que en cualquier momento puede convertirse en un foco de contagio financiero que perjudique a las economías emergentes.
Segundo, el hecho histórico de que el otoño no le sienta bien al peso. En efecto, desde que se liberó en 1995 el mercado cambiario en nuestro país, nuestra moneda ha mostrado una debilidad estacional durante los meses de septiembre a noviembre y se ve difícil que, en el entorno actual, vaya a ser diferente en esta ocasión. Por tanto, cualquier decisión respecto a las tasas necesita considerar que los inversionistas prefieren la seguridad de los bonos del tesoro estadounidense a las oportunidades de inversión que brindan las naciones emergentes.
Tercero, en el mediano plazo las políticas públicas del gobierno actual pudieran hacer que el país pierda el grado de inversión. Si ello sucede, se desataría una ola especulativa contra el peso y obligaría a Banxico a elevar abruptamente las tasas de interés.
OBSERVACIONES FINALES
En síntesis, Banxico también va a reducir su tasa de referencia en un cuarto de punto porcentual en su reunión de la semana próxima. Más adelante, las decisiones del Fed, la evolución de nuestra economía, el comportamiento del precio del dólar y lo que suceda en la economía global determinarán qué tanto más pueden disminuir las tasas en nuestro país.
BIBLIOGRAFÍA
Federal Open Market Committee of the Federal Reserve, “Federal Reserve press release”, September 18, 2019. Banco de México, “Calendario de Anuncios de decisiones de política monetaria”, 2019.