Doctor, catedrático, investigador
Por: Graciela Cruz Hernández
En el municipio jalisciense llamado Ahualulco de Mercado, nació Leonardo Oliva de Álzaga el 6 de noviembre de 1814. Bautizado con el nombre Francisco Leonardo de la Trinidad. Su padre fue Juan de Oliva quien fue delegado político en Ahualulco, su madre fue Guadalupe de Álzaga.
En su pueblo natal cursó su educación primaria siendo su profesor Francisco Serratos, en su adolescencia cuando contaba con 13 o 14 años se fue a Guadalajara donde ingresó al Seminario Conciliar, ahí estudió latín.
En el Instituto de Ciencias estudió un primer semestre los cursos de Química obteniendo la calificación más alta, no pudo continuar el segundo semestre ya que el Instituto cerró, esto lo llevó a tomar clases prácticas de Farmacia en la oficina del profesor Jesús Arce.
En el Colegio de San juan Bautista tomó el curso de Filosofía Moral.
Luego ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Guadalajara donde recibió el grado de bachiller en Filosofía el 26 de febrero de 1835 y tiempo después, obtuvo el grado de bachiller en Medicina el 8 de julio de 1837.
El 6 de febrero de 1839, el Protomedicato le formó la razón como médico y en septiembre de ese mismo año recibió el título de profesor de Medicina, el cual obtuvo por aprobación unánime.
Leonardo Oliva, realizó su internado en el Hospital de San Miguel de Belén, (hoy Hospital Civil de Guadalajara “Fray Antonio Alcalde”), durante ese tiempo escribió un tratado médico-legal sobre las heridas.
De 1839 a 1847 como profesor impartió algunas cátedras tales como: Química, Botánica y Farmacia, Anatomía General y Descriptiva, Fisiología, Higiene y Medicina Legal, Patología General y Materia Médica, Patología y Clínica Externa y Patología y Clínica Interna tanto en la Universidad, como en el Instituto de Ciencias, e incluso también impartió Latín en el Liceo de Varones.
El 25 de julio de 1841 se le otorgó el grado de doctor en Medicina.
En marzo de 1843 se reubicó por un corto tiempo en Autlán de la Grana (hoy Autlán de Navarro), en septiembre de ese año se casó en ese lugar con Doña Ramona Gómez. Una vez que regresó a Guadalajara, se dedicó a ejercer su profesión en el Hospital de Belén como segundo médico y jefe del Departamento de Medicina de dicho hospital, dedicándose también a las cátedras universitarias o del Instituto de Ciencias y a la investigación farmacológica.
Su obra más notable es “Lecciones de Farmacología”, Guadalajara, impresas en 1853-1854; fue el primer libro de temas farmacológicos que se editó en México.
En 1855 el gobernador Ignacio Herrera y Cairo le otorgó el título de farmacéutico y ese mismo año recibió del gobierno de la república la borla de Filosofía. En 1856 remitió a la Academia de Medicina de París su Historia de la Medicina en México, la cual fue publicada al siguiente año. También escribió “Historia de la Medicina en México”, enviada a la Academia de Medicina de París.
El Dr. Oliva era de inclinaciones conservadoras y esto le costó que durante la Guerra de Reforma, perdiera sus cargos académicos y tuvo que huir recorriendo varios pueblos de Jalisco: Ejutla, Tecolotlán, Unión de Tula y Jalpa. Por esa situación tuvo que poner una pausa a su trabajo científico.
Escribió “Discurso sobre la Botánica extranjera e indígena” publicado en 1870 en “La Naturaleza”.
Del 29 de junio de 1870 al 9 de marzo de 1871 fue presidente de la Junta Directora de Estudios del Estado de Jalisco.
A pesar de su gran trabajo como hombre de ciencia, tristemente el Dr. Leonardo Oliva al final de su vida vivía en una notable pobreza, tanto así que según se lee en una de sus biografías un condiscípulo suyo, el canónigo Luis Michel, discretamente todos los días le dejaba bajo su almohada el dinero necesario para que pudiera subsistir. Eso habla de que ejerció la medicina y la docencia con caridad, desprendimiento y generosidad.
El Dr. Leonardo Oliva gustaba de la pintura y la buena música, conocedor de varios idiomas e incluso le eran familiares los dialectos otomí y tarasco, hizo valiosas investigaciones, llegó a cultivar en su propiedad un jardín botánico donde podía estudiar más a profundidad las plantas que investigaba, trabajó toda su vida incansablemente. Este gran hombre murió el 6 de noviembre de 1872 en Guadalajara y fue inhumado en el Panteón de Belén.
Como homenaje, el pueblo le dedicó un retrato al óleo en la Biblioteca Pública de Jalisco y su efigie en bronce tanto en el Museo Nacional de Historia Natural de México, como en la Biblioteca de la Escuela Nacional Preparatoria. En la ciudad de Guadalajara se reveló una estatua en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres el 2 de febrero de 1958.
Varias instituciones hoy día, llevan su nombre, quizá la más reconocida sea la Cruz Verde Dr. Leonardo Oliva en la ciudad de Guadalajara. Incluso no sólo calles de nuestro país llevan su nombre, también en su honor una calle en la ciudad de Leipzig Alemania, cuna de la industria química farmacéutica lleva su nombre.
Lo siguiente se lee en el “Programa Histórico de La Medicina en el Estado de Jalisco” del Dr. Luis Farah:
El señor Don Teodoro kunhardt trajo de Alemania un profesor para encargarle la instrucción de sus hijos. Dicho profesor, que tenía grandes conocimientos de botánica, quiso ser presentado con el Dr. Oliva para tener un intercambio científico; como el profesor no entendía español, ni el Dr. Oliva alemán, tuvieron que conversar en latín. Tan importantes y originales le parecieron Las investigaciones del sabio tapatío, que las dio a conocer en los círculos intelectuales de Alemania. La Universidad de Leipzig lo invitó para que impartirá la cátedra de botánica y desde Guadalajara estuvo dictando sus clases en el idioma de Virgilio. Publicó en latín la Historia Antigua de Jalisco cuando murió en la Universidad de Leipzig se erigió una estatua en su memoria que lo consagró como uno de los más eminentes botánicos de su tiempo.
La siguiente Oda fue escrita por Manuel Acuña en honor del Dr. don Leonardo Oliva:
Allí será donde tu boca, el libro, nos seguirá enseñando las verdades que al universo le arrancó tu aliento; y ahí donde el progreso agradecido cuando la historia de sus hechos abra, llegará con tu renombre bendecido a tocar a las puertas del olvido para hacerte brotar de su palabra.
Fuentes:
https://www.jalisco.gob.mx/es/jalisco/jaliscienses%20distinguidos/oliva-leonardo
https://www.redalyc.org/pdf/142/14220644009.pdf
https://pchistorico.gob.mx/dr-leonardo-oliva/
https://www.anmm.org.mx/bgmm/1864_2007/1967-97-3-355-365.pdf (La Medicina en el Estado de Jalisco)