Por: Graciela Cruz Hernández
Nabor Carrillo Flores, nació en la Ciudad de México, el 23 de febrero de 1911, su padre fue el célebre músico mexicano Julián Carrillo y su madre fue Maura Flores, oriunda de Coyoacán. Nabor gustaba de las artes, particularmente de la pintura, el canto y la música; incluso se dice que al estar estudiando la preparatoria hacia caricaturas para un periódico y las firmaba con un seudónimo. Aunque gustaba de las artes la ciencia llamó de forma especial su atención. Estudió en la Escuela Nacional Preparatoria y en la Escuela Nacional de Ingeniería, se tituló de ingeniero civil en 1939.
Nabor Carrillo al poco tiempo se convirtió en uno de los mayores expertos internacionales en mecánica de suelos.
En 1946, Nabor Carrillo fue invitado por el Gobierno de Estados Unidos como observador científico en su carácter de coordinador de Investigación Científica de la UNAM, para presenciar la prueba nuclear «Baker» en el atolón de Bikini, en medio del Océano Pacífico. El doctor Carrillo es quizá el único mexicano que haya visto una detonación de esa naturaleza. Esta participación acrecentó en él, su interés por la energía nuclear y además le confirió el sobrenombre de “sabio atómico” o el “sabio mexicano”.
Desde ese mismo año, Nabor Carrillo, junto con los doctores Carlos Graef Fernández y Alberto Barajas Celis, visualizaron la necesidad de crear un organismo que se ocupara específicamente del desarrollo de la energía nuclear y prestara un especial cuidado a los recursos como el uranio, para que éstos fueran explotados por mexicanos.
Como coordinador de la Investigación Científica dio un enorme impulso a esta área fundamental, pues estaba totalmente comprometido con la ciencia y con el deseo de que ésta siguiera desarrollándose favorablemente.
Fue uno de los responsables directos del inicio de la investigación en física nuclear en la Universidad, con la creación del Laboratorio Van de Graaff. Su designación en 1953 como rector de la UNAM, se produjo en un momento de particular importancia para la historia de la institución, pues estaba por efectuarse el traslado de los planteles a las instalaciones de Ciudad Universitaria. El 24 de marzo de 1954 se empezó a impartir la enseñanza profesional en las instalaciones de San Ángel, con una población escolar original de 5 mil alumnos.
Arduo fue el trabajo en materia de organización académica y administrativa. Muchos e importantes retos que pudo sacar adelante le tocaron a Nabor Carrillo quien era el más joven de los rectores habidos hasta entonces.
También, Nabor Carrillo estudió en la Universidad de Harvard en la que se graduó como Maestro y Doctor en Ciencias.
En el curso de su rectorado, Nabor Carrillo continuó recibiendo distinciones: Doctor Honoris Causa por la Universidad de Michigan, en 1956; Premio Nacional de Ciencias en 1957 y, como un especial reconocimiento a su desempeño, la Junta de Gobierno de la UNAM decidió reelegirlo para un segundo periodo convirtiéndose así en el primer rector en cumplir dos periodos completos. Fue el quinto rector de la UNAM.
En cuanto al aspecto académico, la obra de Nabor Carrillo se distinguió por un fuerte impulso a la ampliación de la planta docente y de investigación de carrera. Se efectuaron numerosas reuniones nacionales e internacionales de carácter científico y el presupuesto destinado a investigación alcanzó el equivalente al 10% del egreso universitario. Las escuelas de Medicina y de Ingeniería se transformaron en facultades y se crearon nuevas carreras como Administración de Empresas, Pedagogía, Biblioteconomía y Artes Plásticas. Asimismo fue suprimida la Escuela de Graduados, para dar paso al Consejo de Doctorado.
Al terminar su periodo como rector de la UNAM, Nabor Carrillo volvió a dar cátedra y al mismo tiempo comenzó con el estudio de la ciencia nuclear. Debido a esto fue designado vocal ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía Nuclear (CNEN) que el 1 de diciembre de 1956 se fundó y cuyos proyectos se enfocaban en la exploración y extracción de uranio, aplicación de los radionúclidos, patrones radiactivos, efectos genéticos de las radiaciones, física de plasmas y física de reactores.
Durante su desarrollo profesional, Nabor Carrillo estableció múltiples contactos con la comunidad científica a nivel nacional e internacional, un ejemplo de ello fue la invitación de Arthur Casagrande a la fábrica de aceleradores de Robert Van de Graaff.
Importante es mencionar como los doctores Nabor Carrillo Flores, especialista en mecánica de suelos y Manuel Sandoval Vallarta, pionero de la investigación científica en México, sabiendo los beneficios que la energía nuclear podría traer al país, tomaron en sus manos la responsabilidad de fomentar el desarrollo de un organismo especializado en materia nuclear, por ello ambos persuadieron al gobierno mexicano para la creación de un centro nuclear. En 1958, Antonio Carrillo (hermano de Nabor Carrillo), quien era Secretario de Relaciones Exteriores persuadió a los demás secretarios y al entonces presidente Adolfo López Mateos, de la creación de un recinto ubicado en el Estado de México, que albergara los laboratorios que se encontraban dispersos en la Ciudad de México.
La muerte del doctor Nabor Carrillo le impidió estar presente en la inauguración del Centro Nuclear que, posteriormente en su honor sería nombrado “Dr. Nabor Carrillo Flores”, se estableció en Ocoyoacac, municipio del Estado de México.
El doctor Nabor Carrillo, ingeniero civil, especialista en mecánica de suelos, maestro y doctor en ciencias y a quien el doctor Alberto Barajas Celis definiera como el “motor de la energía nuclear en México”, murió el 19 de febrero de 1967.