Editorial
El asalto a la familia, que desde siempre ha sido una de las armas del marxismo para forjar seres sin individualidad, sometidos a los dictados de una élite que decidirá cómo deben de actuar y pensar, ha tomado una nueva vertiente a través de la teoría de identidad de género que plantea que no hay sexos, que uno decide si quiere ser hombre o mujer.
Impulsados por personaje de alto perfil público como la actriz Angelina Jolie, quien desde los once años de edad le inyecta hormonas masculinas a su hija Shiloh para volverla “hombre”, los enemigos de la familia buscan plasmar en leyes la imposición de sus ideas.
Ya este año en la Ciudad de México se propuso la medida de “Uniforme neutro” para que los niños que cursan educación básica pudieran acudir con falda a las escuelas. El amplio rechazo a la medida entre la opinión pública obligó a la Jefe de Gobierno Claudia Sheinbaum a recular, diciendo que la propuesta era simplemente para que las niñas pudieran usar pantalones en época de frío.
Ahora, el diputado local de Morena Temístocles Villanueva quiere impulsar una ley para que los menores de 18 años puedan decidir el sexo que usarán en sus documentos. Cabe recordar que sólo hay un género, el humano, dividido en dos sexos, algo que el neomarxismo una y otra vez se empeña en negar.
A los menores no se les puede vender alcohol, no pueden votar, no pueden ser imputados de crímenes, ¡Pero sí pueden decidir en sus papeles si son hombres o mujeres desconociendo su identidad biológica! El aparente sinsentido de dicha propuesta de ley, ya avalado en comisiones por la legislatura local, nos muestra que desde el poder los valores que han conformado a nuestra sociedad están en constante asedio y por lo tanto hay que defenderlos con la mayor energía.
Por eso decimos ¡No a la Ley de Infancia Trans! Apoyemos a los legisladores, organizaciones e individuos que se oponen a esta medida totalitaria y peligrosa.