Por: Teresa Huerta
El 10 de octubre de 1899, en Tamazula de Gordiano, Jalisco, nació Roberto Mendiola Orta, sus padres fueron Eduardo Mendiola, quien fue egresado como pintor de la Escuela de San Carlos, pero que por motivos económicos tuvo que dedicarse a trabajar como tenedor de libros, (contador), la madre de Roberto fue la Dra. Rosario Orta de Mendiola, Roberto tuvo ocho hermanos, él era el mayor.
Cuando Roberto era niño aún, la familia se mudó a la ciudad de Guadalajara, ahí Roberto estudió la educación primaria en la Escuela Anexa a la Normal, luego estudió en la Preparatoria de Jalisco y posteriormente durante los años 1918-1924 cursó estudios en la Escuela de Medicina.
Cuando se fundó la Universidad de Guadalajara en 1925, Roberto Mendiola fue de los primeros catedráticos en la Facultad de Medicina. Las materias que impartió en el área de la Medicina fueron: Patología en general, anatomía patológica, necropsias clínicas, histología y patología oral.
Amante del saber, sus conocimientos no se limitaban a la medicina sino que también estudió la historia de México y transmitió su saber en la Facultad de Filosofía y Letras impartiendo la materia de prehistoria, así como la materia de cultura precolombina en la Escuela de Artes Plásticas. Desde que comenzó a dar clases en 1925 nunca abandonaría la docencia.
De manera privada ejerció la medicina general por una década, ejercía digna y profesionalmente su carrera de médico, pero a la vez daba clases y se seguía adentrando a los estudios y de forma autodidacta se especializó en patología al grado de llegar a ser reconocido como tal, tanto nacional como internacionalmente. A partir de 1935 desempeñó su trabajo como patólogo en el Hospital Civil de Guadalajara.
Se casó en 1945 con Estela Cueto y de su unión nacieron cinco hijos, cuatro mujeres y un varón.
En la Facultad de Medicina trabajó como director en dos periodos, el primero fue 1946-1947 y el segundo periodo fue de 1955-1959, en el primero de los dos periodos vio la necesidad de un cambio y propuso reformar el plan de estudios pues todavía en ese momento tenía la influencia francesa que México había “adoptado” después de la Independencia, el Dr. Mendiola proponía la reforma a un plan que estuviera basado en conocimientos práctico-científicos.
La práctica y la enseñanza de la medicina en Jalisco, fue grandemente impulsada por el Dr. Roberto Mendiola Orta, el cual en 1959 fue nombrado rector de la Universidad de Guadalajara y ejerció como tal hasta el año de 1965, alcanzó grandes e importantes logros para la Universidad, sabedor de que ello repercutiría en lograr tener mejores estudiantes y a la postre doctores de calidad, para ello se esforzó para lograr la creación del Hospital-Escuela, por su gestión se lograron las instalaciones del complejo biomédico de la Universidad. Se construyó la Nueva Facultad de Medicina, el edificio del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades, se crearon las preparatorias 2 y 3 y se ampliaron la Facultad de Ingeniería y la Escuela Politécnica.
El doctor Roberto Mendiola Orta siempre gustó también de la arquitectura y de la fotografía y solía llevar consigo casi siempre su cámara fotográfica y hacia uso de sus fotografías para complementar con ellas su trabajo docente.
El Dr. Mendiola Orta recibió una gran cantidad de reconocimientos que se ganó a pulso, para poner un ejemplo, he aquí un extracto de un artículo que fue escrito para la Revista Salud Jalisco:
Ruíz-Durán M. del R. Dra. en Ciencias de la Educación Año 4 • Número 2 • Mayo-Agosto de 2017 • RevSalJal
El 23 agosto de 1951, la Sociedad Medica de Guadalajara realizó un homenaje a Don Roberto Mendiola, y precisamente del discurso ofrecido por el Dr. Amado Ruiz Sánchez, además de conocer el sentir que tenía el grupo médico por él; se pronunció la lapidaria frase que muchos de los estudiantes de medicina hemos escuchado: “Antes de Mendiola y después de Mendiola”; su contexto original es el siguiente: “Para Usted, Dr. Mendiola, va el homenaje caluroso y sincero de la Sociedad Medica de Guadalajara, que después de media centuria de luchar por la hermandad médica y fomentar la buena voluntad de los estudios de medicina, viene hoy por mi humilde conducto a brindar honor a quien honor merece; ella, nosotros los que aquí estamos, sus amigos, sus compañeros y sus discípulos nos hemos aunado… Es el homenaje del cuerpo médico de Guadalajara, a su obra constructora y organizadora de nuestra querida escuela de medicina… homenaje de admiración y respeto a esta obra revolucionaria por esencia y que abre una nueva etapa en la historia de nuestras actividades médicas en Jalisco y toda la república: “… cuando los años hayan pasado y se valorice las aportaciones de uno de nosotros, dentro del terreno universitario y de la enseñanza, de las siguientes palabras harán eco en el horizonte infinito: Antes de Mendiola y después de Mendiola. Es este el homenaje a su labor de Maestro, de quien sabe sembrar inquietudes y dudas y sabe también, después como satisfacerlas. ….Su labor ha cundido fuera de los límites de nuestro Estado y una vez más, los de afuera han de indicarnos el valor de los que tenemos en casa… Instituciones universitarias de la capital, hubieron de otorgarle el honor de su reconocimiento repetidas veces… antes que nosotros”.
También el Dr. Mendiola Orta recibió el Premio Jalisco en 1954, la medalla López Cotilla y la insignia Mariano Bárcena, Premio Jalisco en 1964, entre otros.
Publicó cuarenta y dos trabajos sobre patología y otros sobre la enseñanza universitaria, historia general, historia de la Universidad de Guadalajara y de la Facultad de Medicina.
El doctor Roberto Mendiola Orta, era un hombre al que pocas veces se le veía sonreír, hombre enérgico, exigente en el deber, sumamente responsable, pero que realmente bajo esa apariencia dura había un ser extraordinario, que supo ganarse el respeto a veces temeroso de sus alumnos, pero también un gran cariño y agradecimiento porque gracias a la estricta formación que del maestro Mendiola recibían, sus alumnos sabían que saldrían con una excelente formación en su carrera profesional, carrera que bien encausada, es una de las más nobles profesiones a las que puede aspirar un ser humano.
El Dr. Roberto Mendiola Orta, de quien en este escrito solo hacemos breve semblanza, dedicó su vida entera a aprender, a ejercer su profesión como médico, a investigar, a escribir, y de manera especial a enseñar, recordemos eso del “antes de Mendiola y después de Mendiola” frase que es un referente y que nos da una idea de la gran importancia que tuvo el Dr. Mendiola en la formación de varias generaciones de médicos y en la historia de la medicina en nuestro país. Murió el 22 de abril de 1989.