Juglar citadino, activista social y merolico oriundo de la CDMX, de mente abierta y a favor de la libertad de expresión. Exentusiasta y expromotor de la 4T, quien reculó cuando descubrió que el “movimiento de regeneración nacional” resultó ser pura y vil demagogia y que el “paladín” al frente de la transformación derivó en antagonista del desarrollo de México.
Metiche por naturaleza, su mamá le decía de chiquito el “chismoso de la ventana”, no pierde detalle de lo que pasa en su país; es además irascible y pendenciero, al menor signo de abuso y engaño de los poderosos salta desafiante para ponerlos en su lugar. Le gusta ser dicharachero, pues considera que la sabiduría del “pueblo sabio” siempre dice la verdad, sin importar que incomode a gobiernos de corte totalitario como el que encabeza el megalómano de palacio.
Amante de las lecturas y las aventuras recorrió el mundo trabajando en un barco carguero, por lo que fue a Japón, China, India, Rusia; y recorrió el Camino de Santiago para encontrar sabiduría e inspiración; también ha puebleado ampliamente por México compartiendo las dichas y desventuras de sus compatriotas y aprendiendo de ellos y echando a perder a alguno que otro, por lo que no le gusta que nadie hable por los "de abajo".
Por último, en cuanto a futbol, Justo Mirón es fan del Club Deportivo Toluca desde hace más de sesenta años, y vio jugar a las más importantes figuras de ese equipo, tales como Carlos Carús, Sigifredo "Chivo" Mercado, Florentino López, Wedell Jiménez, Juan Dosal, Albino Morales, Vicente Pereda y, desde luego, José Saturnino Cardozo, entre muchos otros. Y considera que el Toluca es el mejor equipo del mundo, galaxia y alrededores.
Posdata: también es un apasionado del cine bélico y de la novela policiaca, con sus máximos exponentes: Sir Arthur Conan Doyle (creador de Sherlock Holmes), y Ágatha Christie (con su inmortal detective Hercule Poirot).