Por: Jerry Gortman
No es de extrañar que López haya desacredito la convocatoria al paro nacional del día 9 de marzo que hizo el grupo feminista “Brujas del Mar”, quienes organizaron esta forma de protesta como forma de exigir a las autoridades su compromiso por atacar de fondo, de una vez por todas, el aumento de los feminicidios en todo el país. Obrador ha tachado al paro de ser un instrumento de la derecha y los conservadores, quienes, dice, “ahora se convirtieron en feministas”.
Acostumbrado, como siempre, a evadir toda responsabilidad y denigrar todo lo que se opone a la miope visión política y social que tiene de nuestro país, considera enemigos a los que no están con él, convirtiéndolos automáticamente en conservadores, en fifís, y en “instrumentos de la derecha”, como él dice.
A López en especial le interesa hacer fracasar este movimiento. Con este fin se ha impulsado la campaña, desde círculos oficiales, de #NoAlParoNacional, porque sabe que una protesta de carácter popular como ésta, que tuvo su origen en redes sociales y que prendió en el ánimo de la población, puede convertirse en una verdadera pesadilla y peligro para su gobierno por dos razones fundamentales:
En primera instancia, López sabe que la fuerza laboral de las mujeres es fundamental para el desarrollo del país. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), constituyen el 40% de la fuerza laboral nacional, el 77% de la fuerza laboral doméstica no remunerada y el 54% de la carga total del trabajo.
De acuerdo a estas cifras, el paro del 9 de marzo significaría perder casi 26 mil millones de pesos. Si se incluye el trabajo que no es pagado, la cifra aumentaría a más de 37 mil millones de pesos.
Asimismo, el diario El Economista señala que si no hubiera consumo de mujeres en ropa y calzado se perderían el 50% del total de las ventas; en educación y ocio el 49% y en el sector del cuidado de la salud el 55%.
De esta manera, el gobierno de López dejaría de percibir miles de millones de pesos por la drástica disminución en la venta de gasolina y diésel, en el menor uso de transporte público, en la reducción en el cobro de servicios, de impuestos directos e indirectos, tales como el I.V.A. y el I.S.R., y en el pago de tarjetas bancarias, etc., lo cual pone muy nervioso al ganso de Macuspana, porque por un día que no reciba dinero o que disminuya drásticamente sus ingresos pone en evidencia hacia el exterior el peligro que constituye su gobierno para la seguridad de la inversión y la banca extranjera en nuestro país y la probabilidad que, de prolongarse los paros, no tenga los recursos suficientes para pagar religiosamente el servicio de la deuda externa, quedándose además sin recursos para comprar con dádivas el voto de millones de mexicanos para las elecciones del 2021, lo cual prácticamente sería el acabose para su gobierno.
La segunda razón obedece a que López sabe perfectamente que los paros nacionales, también llamados “paros económicos” o “resistencia civil”, se han convertido en la manera pacífica más eficaz de derribar gobiernos ineptos, de corte autoritario, totalitario y dictatorial como el que él encabeza.
Con resistencia civil se quitaron del poder a Hosni Mubarak de Egipto en 18 días, en 21 días al presidente Othón Pérez de Guatemala, en 14 días al gobernador de Puerto Rico Ricardo Rosselló y a Evo Morales de Bolivia en 21 días.
Por todo ello, López siente pasos en la azotea y hará hasta lo impensable por detener el paro, “el miedo no anda en burro” dice el dicho, y al parecer sabe que de prosperar podría ser el inicio del fin de su estancia en el poder. Por ello, no hagamos caso de sus mentiras y manipulaciones, que seguramente no dejará de usar para espantar y amedrentar a las mujeres que tienen pensado participar en este movimiento.
La razón de esta convocatoria es la protesta en contra de la inacción, burla e indiferencia con la que ha sido tratado el dolor de las mujeres ante el drástico aumento de los feminicidios en nuestro país; sin embargo, esta lucha es más que esto, debe ser el comienzo de una batalla en contra de un grupo de políticos radicales de izquierda, encabezados por López, que, sin importarles México, están aplicando escrupulosamente las políticas dictatoriales y totalitarias prescritas en el Foro de Sao Paulo para instalar el comunismo en nuestro país, las cuales nos están llevando a la debacle en materia económica, en salud, educación y seguridad pública.
En esta ocasión dejemos nuestras diferencias ideológicas con este grupo feminista y unámonos a ellas en su lucha por lograr un cambio en nuestro país.
Los hombres apoyemos a las mujeres para que con anticipación se compren los víveres necesarios, preferentemente en tianguis, para no pagar en efectivo y no tener que usar tarjetas de crédito.
La finalidad del paro radica en que el 9 de marzo no le llegue ni un centavo a López y que las mujeres nos pongan el ejemplo de protesta y dignidad ante este gobierno autoritario, inepto y cínico que pretende burlarse del dolor y las necesidades de las mexicanas y mexicanos. Por ello, hay que reiterar que las mujeres que se adhieran al paro no deberán ir a trabajar, usar transporte público (metro, tren ligero autobuses del gobierno, etc.); cargar gasolina, diésel o gas; pagar servicios públicos como luz, agua, tenencia, etc., y pagar impuestos, como el IVA, que se paga al adquirir productos que tengan impuesto federal, por eso se recomienda comprar en un tianguis o practicar el trueque con la finalidad de que el gobierno no reciba dinero por este concepto.
Digámosle a López que con nuestras mujeres y con el pueblo de México no se juega; que los mexicanos tenemos dignidad y que no va a seguir burlándose del dolor y las necesidades de nuestro pueblo.