Por: Graciela Cruz Hernández
Fue en 1932 que la Secretaría de Guerra y Marina convocó a un concurso para realizar un toque marcial (corneta y tambor) que fuera oficial en las ceremonias civiles y militares. Quien ganó fue el maestro Juan Pío Manzanares, y sus acordes se convirtieron en toque reglamentario y obligatorio a partir de 1934.
Y fue precisamente en el año de la convocatoria que nació en la ciudad de México, la niña Xóchitl Angélica Palomino y Contreras, el día 3 de enero de 1932, ella sería la que años más tarde pusiera voz a ese toque marcial. Hija del Mayor de Infantería Mariano Palomino Villaseñor y de la educadora Magdalena Contreras Millán.
Xóchitl, estudió en el Jardín de Niños “Mateana S. de Aveleyra” (1935-37) y en la escuela Primaria “Madame Curie” (1938-1943). La Secundaria la cursó en la Escuela Secundaria anexa a la Escuela Nacional para Maestros (1944-1946)
En 1947 Xóchitl ingresó a la Escuela Nacional de Maestros para cursar la carrera de Profesora de Educación Primaria, y en 1950 estudió la carrera de Profesora de Educación Preescolar, egresando con los títulos correspondientes y con mención honorífica en sus exámenes profesionales.
En 1950 y 1951 cursó la especialidad de Psicología en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y entre 1965 a 1968 la carrera de Maestra en Pedagogía, en la rama de Didáctica y Organización, en la Escuela Normal Superior de México.
La maestra Xóchitl Palomino como persona culta y amante de su profesión se preparaba continuamente para su mejoramiento profesional y eso le permitió que en el año de 1972 por acuerdo del Subsecretario de Educación Primaria y Normal, se le responsabiliza de la Supervisión de las Escuelas Normales para Profesoras de Educación Preescolar de la República Mexicana.
En cuanto a la obra que la ha inmortalizado que es el canto patrio “Toque de Bandera”, la maestra Xóchitl Angélica Palomino, siendo hija de un militar y habiendo estado en muchas ceremonias cívicas militares, e impresionada con la forma marcial con que el ejército rinde honores a nuestro Lábaro Patrio, viendo como educadora las disímbolas formas que se tenía para rendir honores a la Bandera, pues según sus propias palabras se usaba desde la Marcha de Zacatecas hasta el Himno Guadalupano, surgió en ella la idea de que al toque de banda de guerra conocido como “Bandera” existente desde 1934 se le adaptara una letra adecuada y fácil de memorizar que se pudiera entonar en las ceremonias cívicas y que fuera despertando en los niños el sentimiento patrio, el amor y el respeto por nuestra Bandera. Esta idea la comentó con sus padres los cuales sin duda alguna la apoyaron. La idea se fue desarrollando y en esa tarea tuvo un papel determinante el Mayor Guillermo Estrello González, en ese entonces Director de la Banda de Música de la 1a. División de Infantería quien además realizó la transcripción musical para que el toque militar propio para banda de guerra pudiera ser tocado en el piano.
En 1956, ya concluida la obra, la maestra Xóchitl la envió a la Dirección General de Educación Preescolar de la Secretaría de Educación Pública; explicando con detalles los motivos que le hicieron realizarla. Esa dependencia, considerando que era un toque militar y para evitar una objeción, envió un oficio a la Secretaría de la Defensa Nacional, para solicitar el permiso correspondiente y así con el debido permiso la pudieran cantar en los jardines de preescolar. Con gran fortuna no sólo se autorizó que se cantara el “Toque de Bandera” sino que también se dieron las órdenes para que su enseñanza fuera obligatoria en los planteles de preescolar, primaria, secundaria, especiales y escuelas Normales.
Adicionalmente, también en el año de 1956 se giraron recomendaciones a los directores de planteles militares para que fuera obligatoria la enseñanza del “Toque de Bandera” en ellos.
Gratamente, la maestra Xóchitl recibió una calurosa felicitación por escrito de parte del General de División Tomás Sánchez Hernández; en ese entonces alto funcionario de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Tiempo después el Secretario de Educación Pública, licenciado José Ángel Ceniceros, determinó enviar el canto al Instituto Nacional de Bellas Artes. Ahí su director, el Maestro Luis Sandi Meneses le dio amplia difusión.
Para gran orgullo no sólo de la maestra Xóchitl sino también del país entero el «Toque de Bandera» se ha interpretado por millones de mexicanos y la letra del mismo aparece en algunos libros escolares y hasta en algunos textos editados por la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuitos.
Pero tristemente hoy día, hay instituciones de educación pública donde ya ni siquiera se realizan semanalmente los honores a la Bandera, hay secundarias donde se puede contar con los dedos de una mano las veces que durante el ciclo escolar lo realizaron, ahora hay escoltas escolares que su único desempeño es ensayar para presentarse en uno que otro concurso de escoltas, escuelas donde se ha perdido el amor y el respeto a los signos patrios. Hoy son contados los niños o los jóvenes que conocen la letra del “Toque de Bandera” y muchos adultos lo están olvidando o peor aún acciones como la ridiculización que le hizo Televisa en el 2016 para “celebrar” el Día de la Bandera, convirtiéndola de pieza marcial a ritmo de cumbia en un video de 30 segundos que reprodujo en canales abiertos durante los intermedios de partidos de fútbol, acción realmente indignante.
La Profesora Xóchitl Angélica Palomino y Contreras murió el 30 de noviembre de 1996 a las 18:00 horas, coincidiendo con la hora en que debe arriarse la Bandera Nacional.
Su profesionalismo, su amor por la niñez mexicana y su amor por la Patria hacen que su recuerdo, su obra y su nombre queden grabados en la historia de México.
Toque de Bandera
Se levanta en el mástil mi Bandera como un sol entre céfiros y trinos. Muy adentro, en el templo de mi veneración, oigo y siento contento latir mi corazón.
Es mi bandera la insignia nacional, son estas notas su cántico marcial.
Desde niños, sabremos venerarla, y también por su amor vivir.
Almo y sacro pendón que en nuestro anhelo como rayo de luz se eleva al cielo inundando a través de su lienzo tricolor inmortal nuestro ser de fervor y patrio ardor.
Es mi bandera la enseña nacional. Son estas notas su cántico marcial. Desde niños, sabremos venerarla, y también por su honor morir.