Por: Justo Mirón
Cómo han estado mis distinguidos e ilustres lectores. Espero que este prolongado encierro no haya cambiado su estado de ánimo y los haya transformado en energúmenos vivientes como su servidor, que últimamente ha estado de un humor de la patada y si a todo esto le agregamos mi mala suerte en las barajas, pues ya adivinarán que esto me ha puesto más de malas.
Les comento que hace unos días me encontraba jugando baraja española con mi compadre Epigmenio, ya llevaba varias rachas perdiendo y cuando pensé que iba a recuperarme, cual fue mi asombro que mi compadre volvió a ganarme, ¡Y siguen bastos! le dije molesto, retirándome de su casa antes de darle oportunidad de volverme a ganar.
Como sabrán muchos de ustedes, en el juego de baraja española cuando uno de los jugadores va perdiendo y se prevé que la mala racha va a seguir, se dice coloquialmente ¡Y siguen bastos! La frase se ha hecho popular y generalmente se le utiliza como una expresión popular que significa “viene lo peor”, “la situación se va a poner más mal”, entre otras.
Pues bien, saliendo de la casa de mi compadre me fui caminando hasta entrar en una tienda de abarrotes para tomar un refresco, pues hacía un calor tremendo. Estando ahí me percaté que tenían prendida la radio y me puse atento a escuchar el resumen semanal de noticias, de las cuales, por cierto, ninguna causó en mi algún sentimiento de optimismo que me hiciera cambiar mi mal humor.
En una de las noticias se oía la denuncia que había hecho el periodista Carlos Loret de Mola sobre la cuantiosa fortuna en propiedades que posee la “pareja maravilla” conformada por la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval y el lavacerebros comunista de la cuarta trastornación, el gringo John Cackerman, perdón Ackerman.
No cabe duda que son una “pareja maravilla”, pensé, pues ganando sueldos de investigadores en la UNAM han logrado adquirir propiedades, de las que es dueña y copropietaria la titular de la Función Pública, ¡valuadas en 60 millones de pesos!
Ni hablar, reflexionando al respecto debo decirles que me equivoqué de profesión, en lugar de dedicarme a mis pequeños negocios, mejor me hubiera dedicado a ser investigador de la UNAM y ya tuviera unos cuantos millones de pesos invertidos en propiedades inmobiliarias.
¡Sólo eso nos faltaba!, la encargada de combatir la corrupción en nuestro país, que debía ser ejemplo de honradez, de transparencia y rectitud, resultó igual de corrupta que Bartlett, Napoleón Gómez Urrutia y demás fauna nociva del gobierno de López.
En otra noticia destacada de la semana, se informaba sobre la intención de López Obrador de acabar con todos los órganos autónomos, tales como el INAI (Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información), la Comisión Reguladora de Energía (CRE), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y por supuesto, la perla de los organismos autónomos, el Instituto Nacional Electoral, (INE), supuestamente por resultar muy caros y porque el pueblo ni siquiera los conoce.
López sabe que los órganos autónomos nacieron como una exigencia de la oposición para vigilar el ejercicio gubernamental y poner un dique al exceso de poder y al presidencialismo desmedido que caracterizó a muchos gobiernos priistas. Ahora, estos órganos le resultan incómodos a López porque representan un obstáculo a sus pretensiones totalitarias de controlar, de manera absolutista y dictatorial, a todas aquellas instituciones que poseen autonomía e independencia y que en un momento dado pudieran sustraerse a la voluntad despótica de un megalómano que no quiere dejar ni un ápice de libertad política que pudiera poner en peligro su anhelo de poder totalitario.
El caso del INE es muy delicado, ya que si López consigue controlarlo, mediante una amañada elección de consejeros electorales proclives a su gobierno, o logra desaparecerlo para crear otro a su modo, entonces todos perderemos, porque el “Depredador de Macuspana” habrá acabado en menos de dos años con una democracia que tiene sus raíces en una revolución social que costó la vida de un millón de muertos y tardó décadas en irse perfeccionando en nuestro país, gracias precisamente a instituciones autónomas como el INE. El retroceso que se produciría tendría un altísimo costo político y social, ya que inmersos nuevamente en una dictadura, los mexicanos tendríamos que luchar nuevamente por recuperar nuestra libertad y combatir un gobierno absoluto del que no sabemos cuántos años tardaremos en echarlo del poder.
Otra de las noticias señalaba que la empresa española IBERDROLA había decidido cancelar una inversión de 1.200 millones de dólares en México, destinados para la construcción de una central eléctrica que habría representado la generación de 2.000 empleos para la región de Tuxpan, en el estado de Veracruz.
La decisión de la empresa fue tomada después de los ataques que lanzó López en contra de las compañías energéticas españolas, en especial a Iberdrola, calificando sus actividades durante los últimos años como «saqueo».
Su pseudonacionalismo económico pretende monopolizar en manos del estado la actividad del sector energético, para lo cual se vale de su complejo antiespañol, envolviéndose en la bandera nacional para gritarles a las empresas eléctricas hispanas: ¡Que quede claro, México no es tierra de conquista! Debo confesarles que casi se me salen las lágrimas cuando escuché esta sentida frase de López; sin embargo, sabiendo cómo se las gasta el viejito ladino de Palacio, lo que realmente esconde detrás de su perniciosa política energética es eliminar la inversión privada para que el estado pueda seguir teniendo el monopolio de esta actividad y López siga lucrando libremente con contratos directos de miles de millones de dólares y “negocios” que sigan enriqueciéndolo a él y a su séquito de corruptos e ineptos funcionarios.
Es evidente que López va a seguir combatiendo la inversión privada nacional y extranjera en nuestro país, pues sabe que ésta genera trabajo, empleo e ingresos para gran porcentaje de la población, cosa que va en contra de su comunista plan de empobrecimiento y pauperización de las condiciones económicas y sociales de los mexicanos, requisito necesario para que instaure la dictadura comunista en México.
También escuché la noticia referente a la “no primera dama” Beatriz Gutiérrez Müller, quien fue sorprendida viajando en avión comercial de primera clase rumbo a Cancún e increpada por un ciudadano que la culpaba del cierre del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED).
Yo me pregunto: ¿esa es la austeridad republicana que predica López pagando boletos de avión de primera clase?, ¿por qué mientras a la población se le orilla a permanecer en casa por el COVID-19, la “no primera dama” se da el lujo de viajar a Cancún?
Por último, y para cerrar con broche de oro, destacaron en el noticiero la noticia del atentado que sufrió el Jefe de la Policía de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, quien al salir de su casa, ubicada en Lomas de Chapultepec, rumbo a la reunión de seguridad que mantiene todas los días con la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, fue atacado por un grupo de hombres armados con granadas de fragmentación y armas de grueso calibre, entre las que destacan un fusil Barret de calibre 50 (considerado de los más letales, capaces de tirar un helicóptero y utilizado por los cárteles más sanguinarios). El ataque tuvo como resultado tres muertos (dos escoltas y un civil), y el jefe de la Policía herido con tres balas y varias esquirlas.
En mis ya largas décadas de vida no recuerdo haber visto el ataque de un grupo delictivo de esta magnitud, utilizando armas que no tiene ni siquiera el ejército mexicano, como el caso del fusil Barret, hecho en los Estados Unidos y usado por el ejército norteamericano.
El atentado demuestra el grado de libertad e impunidad con en el que actúan los grupos delictivos en nuestro país y refleja el fracaso de la política de seguridad del gobierno de López, sustentada en su ya famosa frase ¡Abrazos no balazos!
Después de leer todas estas noticias, se ve que nuestro país va de mal en peor. La corrupción sigue siendo un cáncer que se va extendiendo impunemente en el ámbito público de nuestro país; López no ceja en su afán de desaparecer los órganos autónomos y obtener el control total de la vida política de la nación, a fin de instaurar una dictadura comunista en México; la política de ataque a la iniciativa privada y al empleo, rechazando la inversión que tenía contemplada hacer la empresa española IBERDROLA por 1200 millones de dólares que generaría 2000 empleos, ha mostrado una vez más la intención de López de generar pobreza y desigualdad a efecto de crear un país que dependa de las dádivas de su gobierno; en el caso de Gutiérrez Müller, la doble moral del gobierno se hace evidente al declarar una cosa y hacer exactamente lo contrario; y para finalizar, el atentado en contra de García Harfuch denota un vacío de autoridad y la ausencia de un plan que efectivamente combata a la delincuencia.
Ante este panorama gris para México, no me queda más que seguir diciendo: ¡Y siguen bastos!