Los conocí de cerca

Prólogo:

Cuando a lo largo del tiempo he comentado con diversos camaradas algunos aspectos que considero interesantes de aquella ya lejana época en que don Salvador Borrego Escalante fue director del periódico El Sol de México –tiempo que me tocó atestiguar desde una posición excepcional–, muchos han insistido con frecuencia que los plasme por escrito, tanto más cuanto que mi cercanía de muchos años con este prolífico escritor me ha permitido, además, entablar con él conversaciones sobre diversos temas que a mis amigos les parecen asimismo de interés. Por otra parte, ellos mismos me han pedido que relate, aunque sea de manera sucinta, algunos pormenores del ejercicio diario en el quehacer periodístico de don Salvador –más que del autor de un sinnúmero de importantes textos—, así como las características salientes de aquella competente redacción que con tanto éxito encabezó.

A más de esto, si se toma en cuenta que prácticamente todos los personajes que el amable lector verá desfilar por las páginas siguientes han muerto ya, resulta aún más explicable que mis frecuentes contertulios insistan en que yo acometa esta narración de una vez por todas antes de que, a mi vez, desaparezca del mundo de los vivos y ya tal vez nadie pueda realizarla. Claro que por delicadeza esto último no lo aducen, pero en modo alguno me sentiría ofendido si lo hicieran.

Así, esta amistosa demanda es una de las razones fundamentales de este escrito. La otra, claro, es recordar también, con justeza y con justicia y bajo protesta de decir verdad en todo lo que asiente, a muchos individuos interesantes que, como don Salvador, me hicieron el favor de distinguirme con su aprecio.

Unos y otros están servidos…